Un equipo de investigadores de la Universidad de Bonn (Alemania) ha descubierto una fosa común de 1.400 años de antigüedad en una cueva artificial del centro histórico de la ciudad maya de Uxul, en México. Las marcas de los huesos allí recogidos indican que los individuos enterrados en la cueva fueron decapitados y desmembrados. Los científicos suponen que las víctimas eran prisioneros de guerra o nobles de la propia Uxul. Traducción en
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