Circuló en sentido contrario, chocó contra un vehículo y huyó. A pocos metros colisionó contra otros tres coches aparcados y continuó la marcha. A cien metros, tres jóvenes testigos de los hechos le dieron el alto y los arrolló. Y desapareció. Pero la policía coruñesa le dio alcance, y cuando se sometió a la prueba de alcoholemia multiplicó por cinco la tasa permitida. Acudió a juicio por todo ello. Y a la hora de imponerle la condena, eel juez le redujo la pena en cuanto al delito de lesiones al aplicarle el atenuante de intoxicación etílica.
|
etiquetas: ebrio , borracho , conductor , atenuante , etílica , atropello , intoxicación