Eso sostiene el estudio publicado por Diemand-Yauman y sus colegas en la edición de enero de la revista Cognition. El informe subraya que es un error pensar que hay que facilitar al máximo la lectura de las lecciones a los estudiantes para que las procesen y las retengan y que, por el contrario, lo que funciona es lo que los investigadores llaman la “disfluencia”, es decir, alterar la homogeneidad tipográfica de los textos.
|
etiquetas: estudio , tipografía , fuentes , aprendizaje , tipo de letra