Una madre es una madre. Pero también una peligrosa fuente de pensamientos terribles. Ese momento en que te olvidas del móvil, se te acaba la batería o simplemente lo ignoras puede ser fatal para ella cuando te está llamando. Por cada tono de llamada, una punzada en su corazón de madre. Por cada salto del contestador, una hora menos de sueño.
Comentarios
#0 Me ha encantado este envío, entre la música del armagedón y la sorpresa final.
Se la iba a enviar a mi madre... hasta que vi la 7
La mía, que me han violado. Pero no, no he tenido suerte hasta ahora.