Los bebés que viajen a bordo de los trenes de Renfe deberán hacerlo en el vagón del silencio y, en caso de llorar, sufrirán las miradas reprobatorias y el chistar de los viajeros. Esto, según los responsables de la compañía ferroviaria, contribuirá a que los bebés dejen de llorar durante los trayectos, una molestia que hasta ahora nadie había podido evitar
En los trenes tendrían que ir en el techo, enganchando las cunas a la catenaria. En los aviones deberían ir en la bodega. Sí, mi segundo apellido es Herodes
#3 Yo normalmente el problema lo tengo con adultos. Que se pasan el puto viaje contándose la vida a voces como si estuviesen en un bar lleno, o cascando por teléfono. Son incapaces de entretenerse sin dar la turra a alguien (y al resto de pasajeros de regalo). A un niño normalmente le dan un juguete o algo y esta entretenido un rato.
#4 Un viaje en bus a Bilbao pasé yo una vez con un pesado...le hubiera estrangulado, no paró en todo el viaje de hablar a gritos con desconocidos..que le intentaban parar peeo no había manera
#5 Un viaje terrestre de mil kilómetros, detrás de mí se sube una mujer hablando por el móvil, tras media hora de viaje en la que nada más que se la escuchaba a ella, dice:
- Vale, perdona si te lo he contado 30 veces, pero...
-....
- Bueno, bueno, no me habías dicho que estabas ocupada, adiós, adiós...
Pues va la tía, llama a otra persona, y al cabo de una hora:
- Sí, pero lo que te quería comentar es que...
-....
-Bueno, tampoco te enfades conmigo, adiós.
Y así hasta que se le acabó la batería, hay gente tan angustiada y con tanta ansiedad, que no soporta estar a solas con sus pensamientos, así que se pone la máscara de simpático y a aplastar con su verborrea.
Porque esa es otra, la verborrea no es síntoma de ser sociable y extrovertido, qué va, es un síntoma que comparten varios trastornos mentales, desde el narcisista al histriónico pasando por los episodios de ansiedad.
Comentarios
#6 De esas hay muchas, todos los días se hacen su tour de llamadas para contar lo mismo a diferentes personas...
#7 Y la coña es cómo sentía yo, que cada una de sus interlocutoras estaba hasta el potorro de su chapa.
- Perdona, no, no te enfades, vale, sí adiós, adiós, pero, una cosita, lo último, es un minuto solo, vale, sí, adiós....
En los trenes tendrían que ir en el techo, enganchando las cunas a la catenaria. En los aviones deberían ir en la bodega.
Sí, mi segundo apellido es Herodes
Pues justo los bebés son los que menos guerra dan.
Llora-> a la teta. Y tan contento.
El problema viene cuando empiezan a ponerse mayorcitos.
#3 Yo normalmente el problema lo tengo con adultos. Que se pasan el puto viaje contándose la vida a voces como si estuviesen en un bar lleno, o cascando por teléfono. Son incapaces de entretenerse sin dar la turra a alguien (y al resto de pasajeros de regalo). A un niño normalmente le dan un juguete o algo y esta entretenido un rato.
#4 Un viaje en bus a Bilbao pasé yo una vez con un pesado...le hubiera estrangulado, no paró en todo el viaje de hablar a gritos con desconocidos..que le intentaban parar peeo no había manera
#5 Un viaje terrestre de mil kilómetros, detrás de mí se sube una mujer hablando por el móvil, tras media hora de viaje en la que nada más que se la escuchaba a ella, dice:
- Vale, perdona si te lo he contado 30 veces, pero...
-....
- Bueno, bueno, no me habías dicho que estabas ocupada, adiós, adiós...
Pues va la tía, llama a otra persona, y al cabo de una hora:
- Sí, pero lo que te quería comentar es que...
-....
-Bueno, tampoco te enfades conmigo, adiós.
Y así hasta que se le acabó la batería, hay gente tan angustiada y con tanta ansiedad, que no soporta estar a solas con sus pensamientos, así que se pone la máscara de simpático y a aplastar con su verborrea.
Porque esa es otra, la verborrea no es síntoma de ser sociable y extrovertido, qué va, es un síntoma que comparten varios trastornos mentales, desde el narcisista al histriónico pasando por los episodios de ansiedad.
Si hubiera un vagón para bebés el silencio estaría en el resto.