Ya está: las redes sociales y una sociedad que les ha permitido una vida demasiado fácil son los culpables. Nada de pensar que algo habremos hecho mal los padres y la política democrática para que tal cosa ocurra. Los jóvenes es el grupo social peor tratado por la democracia en España, su futuro está en manos de la familia en la que hayan nacido, con lo que se reproducen las desigualdades sociales. ¿Quién puede extrañarse de que los jóvenes están descontentos con la democracia y canalicen su enfado hacia formaciones antisistema?.