Hace tres años, Noelia decidió acabar con todo. Se asomó a la ventana del quinto piso en el que vivía y se tiró. Ese intento de suicidio la dejó parapléjica, con daños irreversibles.
#1 Hijos de puta que no tienen mejor cosa que hacer que tortura a quien no puede defenderse, ahora no tienen solo la culpa ellos, esto no les serviría de mucho si no tuvieran a la justicia apuntada y devota de su religión y que el resto de la judicatura mire para otro lado, por qué lo justo sería que ningún juez que se declare cristiano pueda dictar sentencia sobre estos casos
#1#2 Parece que en infolibre omiten bastantes datos para entender esta historia en su conjunto. Y es mucho más escalofriante que el capítulo final de abogados cristianos en el que nos encontramos. Los dejo aqui para el que le interese:
Los padres de Noelia tuvieron mala suerte económica, perdieron la casa y se quedaron en la calle con su hija preadolescente. El Estado, en vez de ayudarles a salir adelante como familia unida, declaró a la niña en desamparo, les quitó la custodia y la metió… » ver todo el comentario
#4 Los responsables son todos los que defienden una sociedad basada en la propiedad privada y el lucro personal en lugar de una sociedad basada en la propiedad colectiva y la solidaridad comunitaria
#7 A mi no me tienes que convencer de eso porque lo tengo clarisimo. En el caso de la eutanasia la gente enseguida se pone detrás de los que quieren morir dignamente sin pararse a pensar si les hemos dado la oportunidad de vivir dignamente. Noelia es un caso, pero hay muchos mas. La inasistencia y falta de recursos del estado a los enfermos de ELA y otras enfermedades degenerativas es otra. Muchos la piden por no hundir en deudas a sus familiares o porque no tienen dinero ellos mismos para costearse los gastos que supone vivir dignamente. Así que entre todos les coaccionamos a que mueran "dignamente".
#4 Terrible, ¿Cuántos niños hay en desamparo en barrios marginales, chabolas, y a esta familia le quitan a su hija en vez de ayudarlos.... es desolador la injusticia... y luego las consecuencias... terrible
#4 Entiendo que de esos sitios sales en muchas ocasiones con pocas o ningunas ganas de vivir.
Hay abusos y experiencias que no se pueden sobrellevar y si ella prefirió acabar con, y esto me lo estoy inventando, esas noches de terror, esa falta de esperanza, ese sentimiento de desamparo y de que nadie la ayudó, pues para vivir así, mejor tomar esa decisión por dura que nos parezca.
Las heridas del cuerpo terminan sanando pero las de la mente te pueden acompañar toda la vida y convertirla en invivible.
#1 Abogados Cristianos no podrían hacer nada si los jueces hicieran su trabajo. Esta mujer tiene derecho a la eutanasia en base a la legislación española y son los jueces los que aceptan demandas absurdas prolongando su agonía. En una situación normal sin jueces ideológicos de ultraderecha católica, a los de AC les abrían enseñado la puerta de salida de los juzgados a los 30 segundos de conversación al ver lo que querían pedir.
#1 Ya lo dijo cristo, que cada perrito se lama su cipotito y si eres pobre, pues te jodes y la palmas sufriendo como nuestro señor, si tienes pasta como la Teresa, pues te vas a Suiza y la palmas como un señor.
#3 dependerá de como caigas y, si te encuentras obstáculos en el camino, creo recordar que hace un par de meses o así, una mujer sobrevivió a una caída de un octavo piso aquí en españa.
Igual que existe el derecho a la vida, si alguien está en plenitud de facultades y un psiquiatra no encuentra rastros de depresión debería poder disponer de su vida como desee...
Los padres de Noelia tuvieron mala suerte económica, perdieron la casa y se quedaron en la calle con su hija preadolescente. El Estado, en vez de ayudarles a salir adelante como familia unida, declaró a la niña en desamparo, les quitó la custodia y la metió… » ver todo el comentario
Hay abusos y experiencias que no se pueden sobrellevar y si ella prefirió acabar con, y esto me lo estoy inventando, esas noches de terror, esa falta de esperanza, ese sentimiento de desamparo y de que nadie la ayudó, pues para vivir así, mejor tomar esa decisión por dura que nos parezca.
Las heridas del cuerpo terminan sanando pero las de la mente te pueden acompañar toda la vida y convertirla en invivible.