2 meneos
7 clics
En la oscuridad
La luz de la luna bañaba la calle por la que iba paseando. La brisa nocturna acompañaba a las débiles gotas de lluvia que poco a poco iban cayendo del cielo. Una noche perfecta, pensé. Mientras miraba el oscuro cielo, en el cual se ausentaban las otrora alegres estrellas, avanzaba lentamente por la calle.
A la vez que avanzaba, las gotas de lluvia empezaban a caer con más fuerza. De repente, volví a sentirlo. Ahí estaba de nuevo, ese sentimiento de soledad volvía a invadirme, ese vacío interior que nunca me había abandonado del todo, mi compañero fiel.
A la vez que avanzaba, las gotas de lluvia empezaban a caer con más fuerza. De repente, volví a sentirlo. Ahí estaba de nuevo, ese sentimiento de soledad volvía a invadirme, ese vacío interior que nunca me había abandonado del todo, mi compañero fiel.
|
Click para ver los comentarios