Tomás ha recibido del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo la respuesta a su solicitud -presentada en 2020- que le concede el título de “modelo de utilidad pública” otorgándole un derecho de exclusiva en todo el territorio nacional durante 10 años para su máquina, a la que ha bautizado como Tomasenka. Este agricultor empezó a madurar su idea durante el confinamiento, e hizo los bocetos. Al no encontrar un herrero que quisiera fabricarla para él, decidió ponerse manos a la obra y materializó el invento, en su propia nave.
Comentarios
#4 es lo mismo
A ver, son olivos un poco pequeños ¿no?
La Tomasenka es para los tomates así que supongo que será la Olivasenka
¿Aceitunas u olivas?
#1 Si, eso parece. Pero por algo se empieza. Si esto le funciona bien, seguro que se puede modificar para cualquier tipo de olivo.
A ver cuando lo meten en el FS22 que lo quiero probar en el Hoff Bergman.
Algo me dice que la noticia tiene gato encerrado. Sé que el CSIC tuvo algún equipo trabajando en ello durante unos años y no consiguieron construir un robot productivo por muchos problemas según me contó un investigador… que si la mayoría de olivares son viejos y no están preparados para que entre maquinaria pesada, que si las vibraciones mecánicas dañaban las ramas mucho más que el vareado tradicional y no se cuantas cosas más… y ahora resulta que este hombre sin ningún doctorado en ingeniería resuelve todos esos problemas en 2 años… o muy torpes son en el CSIC o este artilugio tiene algún defecto oculto.