Nuestro país es un experto en poner cánones, o tasas, por casi cualquier tipo de objeto que adquirimos, a parte del IVA, por supuesto. Intentamos reunir algunos ejemplos de tasas que nos cobran y ni si quiera somos conscientes de ello cuando pagamos. Todo empezó con el Canon digital por copia privada.
A mí ese canon me parece una cosa criminal, un atraco a mano armada. Pienso que los promotores de ese canon deberían estar en la cárcel picando piedra. Si yo compro un soporte para almacenar datos y me grabo a mí mismo cantando en la ducha o escribo un texto propio y lo almaceno, yo no tengo porqué pagarle fantas a nadie.
Falta el impuesto municipal del 1,5% de la facturación a las empresas de suministros que atraviesen el municipio, como electricidad, gas o fibra. Impuesto que 'pagan las empresas'. Es decir, nosotros. Más el iva.
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A mí ese canon me parece una cosa criminal, un atraco a mano armada. Pienso que los promotores de ese canon deberían estar en la cárcel picando piedra. Si yo compro un soporte para almacenar datos y me grabo a mí mismo cantando en la ducha o escribo un texto propio y lo almaceno, yo no tengo porqué pagarle fantas a nadie.
Igual que con el recibo de la luz.
Falta el impuesto municipal del 1,5% de la facturación a las empresas de suministros que atraviesen el municipio, como electricidad, gas o fibra. Impuesto que 'pagan las empresas'. Es decir, nosotros. Más el iva.
El canón aede está medido con calzador teniendo en cuenta que no se cobra aún. Todavía está en tramitación parlamentaria.