Shane Wighton, el ingeniero con vocación de maker que se hizo viral con su canasta robótica en la que es difícil fallar un tiro, ha construido ahora un robot para que le corte el pelo, con resultados todavía bastante irregulares. No es el primer intento de hacer algo así, pero me llamó la atención porque se suele utilizar el ejemplo del corte de pelo precisamente como actividad de muy compleja automatización. Mi peluquero siempre me comenta que una peluquería es un negocio muy interesante debido fundamentalmente a que el pelo nunca deja de crec
Comentarios
Que el pelo nunca deja de crecer... En fin...
#3 si, reírse de los putos calvos está feo. Es divertido sin embargo.
#4 Claro, yo soy puto porque soy calvo. Y hasta ahí llegas.
#5 Ha dicho puto calvo, no calvo puto.
#6 es que es calvo, no esperaras que también lea.
#8 El problema de los calvos no es que no lean, sino que carecen de la cobertura capilar necesaria para retener las ideas dentro de la cabeza.
#10 creo que es una puntualización muy acertada.
Gracias por el enfoque.
Suerte ha tenido que aún conserva las dos orejas.
#1 pues si jajjaja, pero me parece un diseño muy muy acertado, especialmente el succionador de pelo, es algo que se podría usar perfectamente en la actualidad para evitar todo el pelo residual que luego está por todas partes.
mecánicamente me parece una solución muy curiosa y con la evolución correspondiente creo que en 10 años o menos, podría haber franquicias de este tipo.
Este tipo se ha enfrentado a un problema difícil con mucha creatividad. De las cosas que no ha solucionado, el leer la posición de la cabeza y el pelar el cogote se puede resolver con más trabajo.
Lo que veo difícil es pelar alrededor de las orejas, pues es una técnica distinta. Pero incluso si eso de las orejas requiere de un robot distinto, eso se podría hacer.
Creo que ha hecho un avance importante hacia el peluquero automático.
El reto será cuando le metan al robot el parche de corte de pelo con fuego