Un sedante algorítmico, producido en imperios posnacionales y distribuido por todo el mundo, está adormeciendo a Europa. Es una pesadilla —pero aún no es demasiado tarde para despertar—.
Creo que la China del siglo XXI de Xi no es la China del XIX de la dinastía Quin y que se acuerdan perfectamente del Siglo de la Humillación. En el XIX China creía que el centro del mundo estaba en una China medieval que se topó con la revolución industrial occidental que hizo posible que las potencias coloniales, con unas tropas expedicionarias ridículas, aplastasen militarmente a un ejército numéricamente apabullante pero ridículamente equipado. Ojalá en esta "nuevas guerras del opio" los ganadores (que van a ser muy amarillos, me juego una gyoza blanca) no nos traten como nosotros les hicimos a ellos.
#1 capitan__nemo * 
#2 juliusK 
