El dinero cambia nuestra relación con los principios. La mera existencia del dinero, junto con complejos canales de negocio y distribución, actúa de amortiguador entre nosotros y el origen de nuestros productos. Ello nos puede llevar a comportarnos de formas profundamente antiéticas.
El análisis de Julia Shaw sobre este tema me parece muy similar al de Marta Zaraska:
"Las personas que comen animales pero que también los aman y no quieren hacerles daño experimentan disonancia cognitiva, un estado de tensión que se origina al mantener o actuar conforme a creencias mutuamente incompatibles. Aunque la solución más fácil para vencer la disonancia cognitiva sería cambiar de comportamiento, el vegetarianismo constituye una opción minoritaria. La mayoría de los amantes de los animales encuentran otros caminos para superar el dilema. Estrategias psicológicas como la evitación, la disociación y el cambio de conducta percibido permiten que muchas personas dejen atrás su angustia y coman carne."
Comentarios
El análisis de Julia Shaw sobre este tema me parece muy similar al de Marta Zaraska:
"Las personas que comen animales pero que también los aman y no quieren hacerles daño experimentan disonancia cognitiva, un estado de tensión que se origina al mantener o actuar conforme a creencias mutuamente incompatibles. Aunque la solución más fácil para vencer la disonancia cognitiva sería cambiar de comportamiento, el vegetarianismo constituye una opción minoritaria. La mayoría de los amantes de los animales encuentran otros caminos para superar el dilema. Estrategias psicológicas como la evitación, la disociación y el cambio de conducta percibido permiten que muchas personas dejen atrás su angustia y coman carne."
https://www.investigacionyciencia.es/revistas/mente-y-cerebro/pensamiento-sin-rumbo-689/la-paradoja-de-comer-carne-14703