Mi gata me va a buscar la ruina. La rescaté de cachorrilla, de la calle, con una conjuntivitis galopante en ambos ojos. Quedó medio ciega. Es muy dependiente. No tolera estar sola. Cuando se queda sola, maulla con un drama más propio de una actriz humana que el de una diminuta felina. De lejos suena a que algún alma depravada está torturando a una pobre criatura indefensa pero es todo cuento. En cuanto vuelve a detectar tu presencia ronronea como si no hubiera pasado nada. Tiene su fuente de agua, sombra, juguetes, comida a voluntad, acceso a un patio seguro donde tomar el aire y el sol. Su puto cagadero es un robot que limpia automáticamente tras cada regalito. Es una gata privilegiada, pese a su discapacidad, que quiere engañar a mis vecinos con el cuento de que la torturo de alguna forma. Creo que algunos vecinos ya me miran mal. Barajo grabarla con cámara oculta para que documentar sus tretas in-fraganti. Que todos sepan que es una gran mascota pero una gran mentirosa.
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Briconsejo: usar diferentes direcciones de email ya de paso.