Mientras en Madrid abren centros para hombres víctimas de violencia sexual, en los feudos de la PSOE siguen fingiendo que los hombres no pueden ser víctimas, no vaya a ser que se les derrumbe el chiringuito ideológico del "solo ellas sufren". Igualdad, sí, pero solo si pasa el filtro de Irene o quien toque en Ferraz.
Cuando apostaté ya me informé legalmente de este tema, no es nuevo.
La Ley les da la razón: se considera que el libro de bautismo es un registro histórico, y por lo tanto no está sujeto a la Ley de Protección de Datos. Entonces, ¿qué sucede cuando apostatas? Pues que en la hoja correspondiente a tu bautismo se añade en el margen que con tal fecha apostataste.
Si nos paremos a pensarlo, es algo bastante peligroso. Baste esta anécdota real para que veamos lo malo que es esto:
Al poco de apostatar se lo conté a un compañero de trabajo, muy capillita él. Para mi sorpresa me respondió de inmediato con algo que a mí no se me había ocurrido. Me dijo algo así: “estupendo, así cuando demos el golpe ya sabemos a por quién hay que ir primero”.
No sé si lo dijo en broma o en serio, pero me dio mucho que pensar. A mí ni se me había pasado por la cabeza que los libros parroquiales pudieran señalarme como enemiga de nadie. Añado que éramos militares.
Luego pasará como los teléfonos antiokupas. 10 llamadas al mes, 9 de ellas para preguntar qué es un okupa.
Ahora toca sacar pecho porque el dolar americano se está hundiendo tanto o más que el peso argentino, y hay que aprovechar por si no dura mucho, no???
Qué obsesión por presumir de un gobierno estafador, mentiroso, y cruel con la población, que lo que está haciendo es hundir más al país en la pobreza.
La Ley les da la razón: se considera que el libro de bautismo es un registro histórico, y por lo tanto no está sujeto a la Ley de Protección de Datos. Entonces, ¿qué sucede cuando apostatas? Pues que en la hoja correspondiente a tu bautismo se añade en el margen que con tal fecha apostataste.
Si nos paremos a pensarlo, es algo bastante peligroso. Baste esta anécdota real para que veamos lo malo que es esto:
Al poco de apostatar se lo conté a un compañero de trabajo, muy capillita él. Para mi sorpresa me respondió de inmediato con algo que a mí no se me había ocurrido. Me dijo algo así: “estupendo, así cuando demos el golpe ya sabemos a por quién hay que ir primero”.
No sé si lo dijo en broma o en serio, pero me dio mucho que pensar. A mí ni se me había pasado por la cabeza que los libros parroquiales pudieran señalarme como enemiga de nadie. Añado que éramos militares.
C/C #6
Y así seguimos.
Tu partido de izquierdas,
Prodigio de confianza.