#53 Clavao. Para mí esa es exactamente la evolución que estamos teniendo. Vi la novela de Huxley como una profecía, desde que la leí de adolescente. La diferencia que seguramente tengo con buena parte de los comentaristas de aquí es que no veo la extinción de los modos de pensamiento, organización y valores tradicionales como algo positivo, como lo ve el pensamiento político que se llama progresista. Por ejemplo, pienso que este poder omnívoro y atomizador es enemigo de la religión, por doble motivo: porque sus instituciones son poderes que resisten al suyo o porque los valores de todas las religiones suelen ser valores comunitarios. Por el mismo motivo, también intuí desde temprano que los eslóganes sobre la «liberación sexual», aparentemente favorecedores del individuo, en el fondo servían perversamente a su esclavitud, al enfatizarse la parte hedonista y ocultar cualquier otro aspecto. No es casualidad, por ejemplo, que los esclavos en los tiempos de Roma tuviesen una vida sexual parecida a lo que muchos ninis hoy consideran la vida «ideal»: follando con cualquiera y en orgías. El matrimonio les estaba prohibido. Tampoco me parece casualidad que, si nos fijamos, vemos que los eslóganes con que el estado totalitario de «Un mundo feliz» se legitimaba sean sospechosamente parecidos a los eslóganes del «progresismo» posmoderno.
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#1 Pues discúlpame, pero es verdad, mejor tener donde dormir y comer que no tenerlo. Si yo me estoy muriendo de hambre por no saber hacer nada productivo, lo primero es aceptar un trabajo que me dé comida y casa. Ya luego con la panza llena buscaré algo mejor, y si no lo encuentro, ¿por qué va a ser eso culpa de mi empleador? Si el se hace rico no creo que sea a mis expensas. Después de todo, si fuera tan fácil ganar ese dinero, yo podría hacerlo por mi cuenta, ¿o que opinas?