#16 Ninguno de los procesos que realiza la iA a la hora de aprender y representar imágenes son análogos a la serie de procesos cognitivos que desempeña un cerebro humano cuando estudia y se inspira en otras obras.
Las personas aprendemos de forma muy distinta, creando conceptos mentales estructurados, en los que se vinculan muchas propiedades y asociaciones diferentes. (Ejemplo: nuestro concepto de "naranja" incluye su forma, color, textura, el conocimiento de que es una fruta, cómo cogerla, etc.)
Las IAs no adquieren conocimientos conceptuales de ese tipo. Extraen asociaciones estadísticas complejas y las aplican a contextos similares. Además, utilizan algoritmos de retropropagación imposibles de replicar por un cerebro humano.
Debido a su naturaleza, las Redes Neuronales Artificiales obtienen malos resultados al tratar con relaciones simbólicas y son muy malas a la hora de resolver problemas utilizando el razonamiento abductivo, mientras que a los seres humanos se nos da de fábula.
Es decir, las iAs no tienen las mismas capacidades cognitivas generales de los seres humanos y, a la inversa, las capacidades especializadas que tienen las iAs no las posee ningún ser humano. Hay una gran diferencia en operaciones, procedimientos, métodos, medios y resultados.
Están infinitamente lejos de lo que compone una consciencia viva. Tampoco pueden representar una imagen con una determinada intención y mucho menos tienen la capacidad de expresar nada a través de las imágenes. La inspiración o la influencia es infinitamente más compleja en las personas, por lo que se trata de algo completamente distinto.
Equiparar ambas cosas es simplemente una falsa equivalencia y un error de categoría.
Además, ninguna tecnología debería tener los mismos derechos que un ser humano.
Ya se sabe desde hace tiempo que las iAs padecen de una cosa llamada MAD (Model Autophagy Disorder) que las hace delirar cuando realizan autofag-iA y que acabará colapsando a nos ser que se resuelva el problema de alimentarlas con datos sintéticos. Es una tecnología parasitaria que necesita de nuestros datos, incluyendo (y sobre todo) los protegidos por copyright, lo cual es un gran problema para todas las personas que viven de la creación de contenidos creativos.
También es otro buen ejemplo de que su entrenamiento no tiene nada que ver con cómo aprendemos los humanos partiendo de las obras hechas por otros humanos y de lo que observamos de nuestro entorno o de las cosas que imaginamos.
Youtube no permite que las iAs se entrenen con los vídeos subidos a su plataforma, y aún así, los están saqueando. A estas empresas les da igual todo. Solo quieren ganar dinero lo más rápido que puedan antes de que su modelo de negocio deje de ser rentable (como pasó con los NFT), e incluso les compensan las posibles demandas, porque a corto plazo pretenden ganar muchísimo dinero con todo esto antes de que se les acabe el chollo.
#97 Ninguno de los procesos que realiza la iA a la hora de aprender y representar imágenes son análogos a la serie de procesos cognitivos que desempeña un cerebro humano cuando estudia y se inspira en otras obras.
Las personas aprendemos de forma muy distinta, creando conceptos mentales estructurados, en los que se vinculan muchas propiedades y asociaciones diferentes. (Ejemplo: nuestro concepto de "naranja" incluye su forma, color, textura, el conocimiento de que es una fruta, cómo cogerla, etc.)
Las IAs no adquieren conocimientos conceptuales de ese tipo. Extraen asociaciones estadísticas complejas y las aplican a contextos similares. Además, utilizan algoritmos de retropropagación imposibles de replicar por un cerebro humano.
Debido a su naturaleza, las Redes Neuronales Artificiales obtienen malos resultados al tratar con relaciones simbólicas y son muy malas a la hora de resolver problemas utilizando el razonamiento abductivo, mientras que a los seres humanos se nos da de fábula.
Es decir, las iAs no tienen las mismas capacidades cognitivas generales de los seres humanos y, a la inversa, las capacidades especializadas que tienen las iAs no las posee ningún ser humano. Hay una gran diferencia en operaciones, procedimientos, métodos, medios y resultados.
Están infinitamente lejos de lo que compone una consciencia viva. Tampoco pueden representar una imagen con una determinada intención y mucho menos tienen la capacidad de expresar nada a través de las imágenes. La inspiración o la influencia es infinitamente más compleja en las personas, por lo que se trata de algo completamente distinto.
Equiparar ambas cosas es simplemente una falsa equivalencia y un error de categoría.
Además, ninguna tecnología debería tener los mismos derechos que un ser humano.
#84 Una persona no tiene un disco duro en la cabeza ni funciona como una iA a la hora de inspirarse en otras obras, ni una iA debería tener los mismos derechos humanos que una persona. Dejad de equipararnos con una tecnología entrenada de forma tan poco ética que parasita material ajeno para que un puñado de empresas privadas saquen un gran beneficio precarizando a marchas forzadas todos los sectores creativos más de lo que ya estaban.
#67 Me parece muy bien, pero imagino que ya sabrás que para entrenar esa iA que has utilizado, la empresa que la desarrolla ha utilizado cantidades ingentes de datos que no les pertenecen sin ningún consentimiento.
La comparación con la aparición del Photoshop es directamente absurda. El Photoshop (que sepamos) no se sostuvo sobre el robo de material ajeno ni se basaba en el blanqueo de datos (aunque ahora Adobe haya incurrido en ello con Firefly, por lo cual la empresa está siendo duramente criticada por la gran parte de los creativos). Tampoco evitaba la necesidad de tener conocimientos artísticos para realizar cualquier trabajo. De hecho en muchos casos era incluso más difícil. Para dibujar con Photoshop y una tableta gráfica seguía siendo necesario SABER DIBUJAR. Estuve allí durante esa transición al digital y esa supuesta oposición masiva por parte de la comunidad artística que defendéis los usuarios de la iA no sucedió nunca.
Lo mismo con la fotografía artística, que nunca consistió en hacer click al botón de una cámara, debido a la infinidad de conocimientos artísticos necesarios. Sacar una foto no es arte per se. Quienes soléis defender este tipo de argumentos, no habéis desarrollado una ilustración o realizado una sesión fotografía con fines artísticos en vuestra vida y sois incapaces de entenderlo.
Tampoco entendiste nada sobre el verdadero propósito de Duchamp con aquel urinario.
#59 El saqueo no lo ha realizado la persona que ha creado el vídeo, sino la empresa que haya entrenado el conjunto de datos necesario para que funcione la iA. A ver si nos va entrando ya en la cabeza que para que esto sea posible, se ha robado a manos llenas sin pedir permiso, realizando un blanqueo de datos y que a día de hoy no existe ni un solo conjunto de datos creado de forma ética.
#54 Aunque estas obras del vídeo sean de dominio público, para crear un conjunto de datos del que bebe cualquier iA, se han utilizado miles y miles de vídeos, y millones de imágenes para entrenar a la iA. Es IMPOSIBLE entrenar una iA que sea eficiente sin utilizar material protegido por derechos de autor.
#50 Yo no la considero una herramienta, al menos no una herramienta artística, puesto que no está concebida para artistas sino todo lo contrario. Además de ser una tecnología desarrollada de forma poco ética, ligada de forma inevitable al saqueo de material con copyright, sin el cual no puede funcionar de forma eficiente.
#15 La propiedad intelectual es la única protección que tenemos los artistas para que los estafadores no se aprovechen y se lucren con nuestros trabajos. Y si, lo que están llevando a cabo las empresas privadas que desarrollan iAs generativas es el mayor saqueo cultural de la historia para llenarse los bolsillos a la vez que precarizan todos los sectores creativos.
#24 Los límites del término "autoría" solo han cambiado para quienes no se han enfrentado a un proyecto artístico sin iA en su vida. Que no. Que no sois autores de nada. Los únicos autores aquí son todas las personas que hicieron los miles de vídeos que se han saqueado sin permiso para que esta tecnología pueda funcionar.
#1 Las herramientas suelen estar diseñadas para facilitar a la gente la realización de tareas farragosas que normalmente no se quieren hacer o para potenciar tus conocimientos en un área determinada. En el caso del arte, programas como Midjourney o Estable Diffusion, en su estado actual, no pueden ser consideradas como herramientas artísticas. Son automatismos. No han sido diseñadas por artistas, ni por gente que entiende el arte, ni para la gente que lo realiza. Están enfocadas a personas que nunca han realizado un proyecto artístico en su vida y que ni siquiera les interesa comprender lo que es un proceso creativo, sino que solo buscan una gratificación instantánea, efímera e irrelevante.
Quienes nos dedicamos a profesiones creativas no queremos ese tipo de atajos. Queremos hacerlo nosotros mismos, porque es parte del aliciente. Para nosotros es primordial no atajar esas partes del proceso creativo, porque aunque son las más difíciles y frustrantes, también son las más importantes, las que más disfrutamos y con las que más habilidades técnicas y creativas aprendemos. El arte no consiste en obtener un resultado final rápidamente. Consiste en enfrentarse al reto de plasmar lo que quieres expresar, encarándote a tus propias limitaciones técnicas y mentales, conociéndote, superándote a ti mismo y evolucionando en el proceso.
La iA se carga gran parte de todo eso y de paso está precarizando a marchas forzadas todos los sectores creativos, educativos y culturales al normalizar el pensamiento mágico de que lo que hacemos se puede lograr de forma más rápida y barata. Profesionalmente, la iA este último año ha sido una picadora de carne en el entorno artístico.
Además, tras estas "herramientas" existe un aparataje empresarial cuyo principal objetivo es llenarse los bolsillos mediante el saqueo y blanqueo de datos, aprovechándose de una interpretación falaz de la ley del uso justo y de la falta de regulación legal para utilizar material con copyright sin pedir permiso a los creadores originales.
Altman solo trata de vender una estafa para conseguir inversores antes de que el aluvión de demandas contra el que están luchando las grandes tecnológicas acaben por colapsar su lucrativo modelo de negocio.
Estos softwares, no nos ayudan a los artistas. Entorpecen nuestro trabajo, lo parasitan y lo precarizan. Por cada "oportunidad" laboral que generan (siempre precarizada), han destruido cientos de ellas. Y a cada mes que pasa la diferencia se hace más grande.
#8 Es como si este mensaje lo hubiera escrito yo mismo. Cumplo 49 este año, aún conservo mi Amstrad, le doy mucho a los juegos de mesa modernos y me la pela la TV.
En 2014 sucedió algo similar en Japón a la artista Rokudenashiko, que fue encarcelada y juzgada tras ser acusada de obscenidad por hacer una reproducción a gran escala impresa en 3D de sus genitales para hacer una kayak con esa forma. Recomiendo mucho informarse sobre esta historia. La propia artista publicó un manga contando todo lo que le sucedió, aquí publicado por la editorial Astiberri con el nombre de "Obscenidad".
No se cómo no se está hablando más sobre esta filtración más allá de los círculos de artistas, donde ha levantado mucha polvareda y toneladas de indignación.
Tengo una buena colección de libros y cómics ilustrados que adaptan la obra de Lovecraft y este es de los pocos que no he añadido a la cole porque no me convence nada gráficamente. Creo que merecerían mucha más atención por aquí la espectacular colección de relatos que está ilustrando François Baranger, las adaptaciones de Go Tanabe (Increíble lo que ha hecho con Las montañas de la locura, la mejor adaptación que se ha hecho de Lovecraft hasta el momento), las adaptaciones de Horacio Lalia (incomprensiblemente aún no publicadas en España), las de Alberto Breccia y su hijo Enrique, el Providence de Alan Moore (que no es una adaptación como tal, pero que es un imprescindible para cualquier amante de Lovecraft), el Necronomicón ilustrado por Lluïsot (que se ha reeditado recientemente) o el reciente libro fenomenalmente ilustrado por Tomas Hijo adaptando la sombra sobre Innsmouth.
Las personas aprendemos de forma muy distinta, creando conceptos mentales estructurados, en los que se vinculan muchas propiedades y asociaciones diferentes. (Ejemplo: nuestro concepto de "naranja" incluye su forma, color, textura, el conocimiento de que es una fruta, cómo cogerla, etc.)
Las IAs no adquieren conocimientos conceptuales de ese tipo. Extraen asociaciones estadísticas complejas y las aplican a contextos similares. Además, utilizan algoritmos de retropropagación imposibles de replicar por un cerebro humano.
Debido a su naturaleza, las Redes Neuronales Artificiales obtienen malos resultados al tratar con relaciones simbólicas y son muy malas a la hora de resolver problemas utilizando el razonamiento abductivo, mientras que a los seres humanos se nos da de fábula.
Es decir, las iAs no tienen las mismas capacidades cognitivas generales de los seres humanos y, a la inversa, las capacidades especializadas que tienen las iAs no las posee ningún ser humano. Hay una gran diferencia en operaciones, procedimientos, métodos, medios y resultados.
Están infinitamente lejos de lo que compone una consciencia viva. Tampoco pueden representar una imagen con una determinada intención y mucho menos tienen la capacidad de expresar nada a través de las imágenes. La inspiración o la influencia es infinitamente más compleja en las personas, por lo que se trata de algo completamente distinto.
Equiparar ambas cosas es simplemente una falsa equivalencia y un error de categoría.
Además, ninguna tecnología debería tener los mismos derechos que un ser humano.