#105 No, por supuesto que no lo sabemos. Y ese es, precisamente, el problema: que haya una condena en un proceso penal sin saber el motivo de la misma. Pero bueno, aplicando tu argumento, estaba claro que el FGE iba a ser condenado, fuera o no inocente, viendo la composición del tribunal y sabiendo quién “controla la Sala Segunda por detrás”.
#4 Si EE.UU. no devuelve los préstamos entra en quiebra, directamente. El déficit de la economía norteamericana se basa en la utilización del dólar como moneda internacional debido a la seguridad que ofrece.
#101 Vamos, que no hay ninguna. Pero siguiendo tu mismo argumento resulta que no debería ser necesario llegar al TC porque tú mismo estás reconociendo que la sentencia del TS es injusta, “conociendo la composición”, ¿no? ¿O es que cuando os interesa sí que hay separación de poderes?
Por cierto, yo también espero que rectifiquen la condena, y lo digo abiertamente. Siguiendo tu argumento hasta el absurdo, de nuevo, yo también puedo influir en el TC.
¡Claro! Porque antes de Maduro (y de Chávez), Venezuela ocupaba los primeros puestos en economía, alfabetización de la población, distribución de la riqueza…
#24 Ser demócrata no basta para apreciar ese desgaste. También se necesita tener más de una neurona y no defecarse encima cada vez que intentas respirar.
#15 Totalmente de acuerdo. Pero no sólo desgaste del TS; esto va más allá, yo diría que es ridículo del TS. Y cuando publiquen la sentencia nos vamos a reír mucho con la “argumentación”.
#38 Menos vergüenza hay que tener para intentar dar lecciones cuando tu nivel de ortografía no alcanza el de un niño de ocho añitos. Supongo que es lo que tiene no haber leído un libro en tu vida y haberte “informado” de la historia de España a través de tu youtuber “criptobró” favorito. ¡A pastar, fachapobre!
#17 Es algo que la derecha acostumbra a hacer. Se podrían poner bastantes ejemplos, incluso en España (por ejemplo, el “asesinato” de cierto político con el que justifican constantemente el golpe de Estado a la República en 1936).
El típico “emprendedor” al que van a defender a muerte los integrantes del comando fachapobre de Menéame. A ver si heredan su empresa… (bueno, para ellos no es “a ver”, sino “haber”)