@Ajusticiator
Experiencia de un amigo, por si sirve.
Físico teórico, buen expediente académico y de afición desde siempre el dibujo.
Trabajo de investigación en física para una empresa privada. Medio buen sueldo, medio buen horario... jefe cretino. Demasiado start-up para esconderte del jefe entre otros compañeros...
Somatizaciones varias del estrés, dermatitis, cefaleas, cólicos nefríticos... Algunas bastante chungas.
Punto y final, su pareja le apoya, su familia pone el grito en el cielo, pero deja de investigar y se pone a buscarse la vida en cosas de arte.
Ahora: cobra más que lo que cobraba investigando, desde casa y con flexibilidad -nada despreciable con dos peques- y es más feliz, tiene muchos menos episodios de salud débil, discute menos con familia-pareja-padres-hermanos-amigos. Le voy a poner el enlace, por si os mola.
http://dibujantes.org/
A veces hay que arriesgarse
Xtrem3Golan_Trevize@cariátide_locuaz@JagüiGolan_Trevize
La defensa del sistema capitalista por parte del liberalismo se basa en una presunción: la gente que actúa en un mercado capitalista busca su propio beneficio y con ello promueve el beneficio de toda la sociedad. Es decir, si tu quieres ganar dinero tratarás de vender lo máximo posible; para ello procurarás aumentar al máximo la calidad de tus productos, ofrecer los mejores precios (tratando para ello de bajar los costes y aumentar la eficiencia de la producción), etc. Eficiencia productiva, buenos precios, aumento de la calidad... suena bien, no?
Pero como todas las teorías que en el papel son estupendas después la realidad va poniéndole sus "peros". ¿Y si para bajar los costes hay que machacar ecologicamente el planeta? ¿Y si la necesaria incitación al consumismo como motor del capitalismo no es sostenible a largo plazo? ¿Que ocurre con los monopolios y oligopolios y sus contratos de adhesión? ¿También generan más eficiencia, mejores precio y calidad? En un sistema productico en el que cada vez se necesita más inversión de capital (robots, máquinas, ordenadores, etc.) y menos mano de obra (que cada vez es más barata por la ley de la oferta y la demanda) ¿de donde saldrán los consumidores? ¿Es realmente libre un mercado global en el que una parte es mucho más poderosa y rica (los 15-20 países que constituyen el "primer mundo") que el resto (el llamado tercer mundo)? Los mismos liberales lo dicen: en un mercado en el que una parte es mucho más poderosa que el resto y que puede imponer las condiciones solo se benefician estos. Y más y más granos que le salen al sacrosanto sistema capitalista.
Pero vamos al tema que plantea noticias como esta. Con el tiempo al capitalismo le ha salido otro grano nuevo y que amenaza darle el tiro de gracia: ese grano es la distorsión del concepto clásico de la propiedad de los agentes productivos sobre las empresas, que provoca que los intereses de esas empresas y de los que toman las decisiones en su nombre sean diferentes y muchas veces contrarios. Esa divergencia de intereses es importante porque ataca el corazón mismo del funcionamiento capitalista, expresado al principio de este comentario. ¿Por que es así? El concepto de propiedad se ha ido volviendo más complejo con el tiempo. Antiguamente cuando se hablaba de la propiedad privada se refería básicamente a la propiedad individual. Pero hoy en día si hablamos de propiedad privada obligatoriamente tenemos que hablar de las grandes corporaciones, pues son ellas más que los individuos las que detentan la mayor parte de las propiedades de este nuestro planeta. En un principio las corporaciones, el motor del capitalismo, eran cosa de un individuo emprendedor. La gestión, uso y disfrute de esa propiedad corporativa estaba entonces muy identificada con su dueño. Más adelante la gestión de las corporaciones fue compartida por la familia del fundador de la misma y un pequeño grupo de gestores ajenos a esa familia. Cuando las corporaciones se hicieron más grandes y los descendientes del primer empresario emprendedor más gandules e inútiles, pasaron a ser miembros de consejos de administración mientras la empresa era gestionada por un grupo profesional de gestores contratados al efecto. Así cada vez más se fue disociando entre la propiedad legal de esas corporaciones y los bienes que la formaban y la propiedad real o de facto ejercida por los gestores de la misma. El siguiente paso fue cuando estas corporaciones salieron a bolsa y ya se produjo una separación total entre propietarios legales (miles de pequeños y medianos accionistas) y los que realmente deciden sobre esas propiedades, o sea el cuerpo gestor... y esa distancia no ha parado de crecer creando cada vez distorsiones más perversas y más ineficiencias... En los años 50 y 60 esos gestores, al igual que los trabajadores, solían estar vinculados a una sola de esas corporaciones de por vida. Eso les permitía identificarse con ella, con sus accionistas y con sus objetivos... Pero ahora en USA por ejemplo un directivo medio o alto cambia de empresa una media de 6 veces durante su vida laboral con lo que esa identificación es inexistente... Vamos a estudiar un caso concreto para que se entienda por donde voy: Citigroup, el mayor grupo financiero privado del mundo y que son dueños entre otros de Citibank. Su socio mayoritario es Al-Waleed bin Talal, con un 4,9% estando el 95% restante de sus acciones repartidas entre un montón de medianos y pequeños accionistas. Este banco fue uno de los que irresponsablemente y sin ningún criterio lógico se dedicó a conceder hipotecas a gente que sabían no podría devolverlas y ello motivó un enorme descalabro patrimonial que tuvo que subsanar el estado de USA con una aportación de ayudas públicas por importe de 45.000 millones de dólares para evitar el completo colapso financiero que supondría el derrumbe de este banco... Pero ¿y por qué se llegó a esa situación? Porque todo el equipo directivo de Citibank se han preocupado única y exclusivamente de sus intereses particulares y no de los intereses de la empresa, de sus miles de accionistas o de la sociedad en su conjunto. Ellos cobraban suculentas primas por cada hipoteca concedida así que se condecían hipotecas a sabiendas que serían de muy dudoso cobro... ¿Han tenido castigo por tanta ambición insana y tanta deslealtad con los que les pagan? Nop, una vez que estos directivos entran en estas "corporaciones monstruitos" y llegan a puestos altos son casi imposibles de echar, pues primero se ponen clausulas multimillonarias que blindan sus contratos, saben tantos secretos de sus empresas, se enfrenta a un accionariado tan fraccionado (y a veces enfrentado) y terminan comprando acciones de las propias empresas con pingües beneficios gracias a la información privilegiada que manejan, que les permiten además comprar voluntades dentro de los consejos de Administración que en la práctica los gestores son los dueños reales que no legales de esas empresas... lo hemos visto en España: Aznar antes de privatizar las grandes empresas de este país puso gente de confianza al frente, algunos de los cuales lo han hecho bien y otros no tanto pero que todos siguen ahí en sus puestos a pesar de que no son los accionistas mayoritarios ni mucho menos. Pues bien, miremos en esta noticia que se repite cada vez más y más:
Citigroup subirá los sueldos hasta un 50% para compensar los menores bonus a los que había obligado una ley de Obama para empresas rescatadas
www.cadenaser.com/economia/articulo/citigroup-subira-sueldos-compensars
Increíble, hunden su empresa haciéndose de oro en el camino y cuando Obama quiere impedírselo con una ley ellos siguen intentando por todos los medios seguir enriqueciéndose a costa de los accionistas y por tanto dueños reales de la empresa y ahora también del contribuyente americano... Eso si, estos bucaneros trajeados, adorados por nuestra sociedad actual, desde la comodidad que les ofrecen sus contratos blindados y sus sueldos aumentados en un 50% a pesar de su manifiesta ineficacia nos ofrecen una solución a todos nuestros problemas económicos: bajar los impuestos (no quieren repartir), reducir sueldos (los nuestros) y abaratar el despido (el nuestro también).
Adiós al perseguir el beneficio de la empresa, solo el de los bolsillos de los que las diriguen: y con el adiós de la persecución del beneficio empresarial pues también el de la mejora de la calidad, la eficiencia productiva, la consecución de los mejores precios para el consumidor, etc. etc.