Ah, qué bonito son los revivals del tipo, es que hay que tener cabeza y sentido común y si sales de casa sin burka ni un hombre de tu familia y te violan, pues chica, qué esperabas. No te han enseñado sentido común.
Y estoy a favor, la verdad. El sentido común, y la estadística, dice que la aplastante mayoría de delincuentes violentos son hombres y que un % mayor a la mitad de la población femenina sufrirá violencia sexual a lo largo de su vida. Y no nos están enseñando sentido común. Enseñad a vuestras hijas a llevar gas pimienta y a ser generosas en su uso; a que no se va a las pelotas, se va a los ojos, la traquea, las rodillas. Enseñad a vuestras niñas que para que llore mi madre, que llore la suya. Que ante la duda un buen ataque es la mejor defensa. Ah, y por supuesto, enseñad que si logras reducir a alguien, asegúrate de que no se pueda levantar a seguirte.
Esto son enseñanzas basadas en el sentido común. Y en las cifras oficiales de CUALQUIER PUTO PAIS DEL PUTO MUNDO.
@benjami En Menéame hay un importante sector de ultra-izquierda que llegó tras el 15-M y que no tiene nada que envidiar a la ultra-derecha. Al fin y al cabo, son ultras, y ambos tienden al totalitarismo. La diferencia entre los ultras de izquierda y de derecha es que los primeros en general aún mantienen ciertos valores morales y éticos de acción, en parte por el miedo a convertirse en éso que tanto detestan, que es la ultra-derecha. Lo que ocurre es que si la ultra-derecha es cada vez más ultra, la reacción en la ultra-izquierda es similar.
Además, las cámaras de eco de la ultra-derecha son mucho más poderosas y numerosas que las de ultra-izquierda, en buena parte porque la ultra-izquierda, al tener ese componente anti-capitalista, no goza de la misma simpatía y oportunidad que el sistema capitalista ofrece a la ultra-derecha.
Yo no me alegro de que hayan matado a Charlie Kirk, pero me entristece que, como sociedad, no tengamos herramientas intelectuales para detener a peligrosos demagogos populistas esparcidores de odio y mentiras que elaboran su discurso a través de la manipulación, la simplificación y el debate viciado. Me da igual si son de izquierda o derecha ultra.
Y estoy a favor, la verdad. El sentido común, y la estadística, dice que la aplastante mayoría de delincuentes violentos son hombres y que un % mayor a la mitad de la población femenina sufrirá violencia sexual a lo largo de su vida. Y no nos están enseñando sentido común. Enseñad a vuestras hijas a llevar gas pimienta y a ser generosas en su uso; a que no se va a las pelotas, se va a los ojos, la traquea, las rodillas. Enseñad a vuestras niñas que para que llore mi madre, que llore la suya. Que ante la duda un buen ataque es la mejor defensa. Ah, y por supuesto, enseñad que si logras reducir a alguien, asegúrate de que no se pueda levantar a seguirte.
Esto son enseñanzas basadas en el sentido común. Y en las cifras oficiales de CUALQUIER PUTO PAIS DEL PUTO MUNDO.
Además, las cámaras de eco de la ultra-derecha son mucho más poderosas y numerosas que las de ultra-izquierda, en buena parte porque la ultra-izquierda, al tener ese componente anti-capitalista, no goza de la misma simpatía y oportunidad que el sistema capitalista ofrece a la ultra-derecha.
Yo no me alegro de que hayan matado a Charlie Kirk, pero me entristece que, como sociedad, no tengamos herramientas intelectuales para detener a peligrosos demagogos populistas esparcidores de odio y mentiras que elaboran su discurso a través de la manipulación, la simplificación y el debate viciado. Me da igual si son de izquierda o derecha ultra.