Añadiendo al fenóimeno de la minoría intransigente está que ésta minoría acusa a los demás de intransigentes, y luego disparan una falacia basada en la mala interpretación de lo que dijo Popper "No tolerar al intolerante", siendo irónicamente ellos y no los otros los que realmente son intolerantes.
Intolerante no es el que use la razón y los argumentos, intolerante es el que use como argumento la violencia. Y allí es donde caen muchos movimientos de esos que acusan a los demás de intolerantes. Los Social Justice Warriors (SJW) que cuando son contradecidos en vez de argumentar para demostrar sus ideas y forma de pensar, usan la violencia, que va desde acusar al otro de intolerante, x-fóbico, etc, usar falacias lógicas para defender su posición, tratar de callar al otro, hacer mucho ruido para que no se le oiga, perseguirlo, burlarse de él, y llega hasta la violencia física y de cualquier tipo, pero nunca, nunca, dar argumentos que defiendan su posición, pues ésta está basada en dogmas de fe ciega, absurdos, incoherencias, etc, indefendibles con la razón.
La tolerancia ilimitada debe conducir a la desaparición de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada aun a aquellos que son intolerantes; si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto como ellos, de la tolerancia. Con este planteamiento no queremos significar, por ejemplo, que siempre debamos impedir la expresión de concepciones filosóficas intolerantes; mientras podamos contrarrestarlas mediante argumentos racionales y mantenerlas en jaque ante la opinión pública, su prohibición sería, por cierto, poco prudente. Pero debemos reclamar el derecho de prohibirlas, si es necesario por la fuerza, pues bien puede suceder que no estén destinadas a imponérsenos en el plano de los argumentos racionales, sino que, por el contrario, comiencen por acusar a todo razonamiento; así, pueden prohibir a sus adeptos, por ejemplo, que prestan oídos a los razonamientos racionales, acusándolos de engañosos, y que les enseñan a responder a los argumentos mediante el uso de los puños o las armas. Deberemos reclamar entonces, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes. Deberemos exigir que todo movimiento que predique la intolerancia quede al margen de la ley y que se considere criminal cualquier incitación a la intolerancia y a la persecución, de la misma manera que en el caso de la incitación al homicidio, al secuestro o al tráfico de esclavos.
Tenemos por tanto que reclamar, en el nombre de tolerancia, el derecho a no tolerar la intolerancia."
Añadiendo al fenóimeno de la minoría intransigente está que ésta minoría acusa a los demás de intransigentes, y luego disparan una falacia basada en la mala interpretación de lo que dijo Popper "No tolerar al intolerante", siendo irónicamente ellos y no los otros los que realmente son intolerantes.
Intolerante no es el que use la razón y los argumentos, intolerante es el que use como argumento la violencia. Y allí es donde caen muchos movimientos de esos que acusan a los demás de intolerantes. Los Social Justice Warriors (SJW) que cuando son contradecidos en vez de argumentar para demostrar sus ideas y forma de pensar, usan la violencia, que va desde acusar al otro de intolerante, x-fóbico, etc, usar falacias lógicas para defender su posición, tratar de callar al otro, hacer mucho ruido para que no se le oiga, perseguirlo, burlarse de él, y llega hasta la violencia física y de cualquier tipo, pero nunca, nunca, dar argumentos que defiendan su posición, pues ésta está basada en dogmas de fe ciega, absurdos, incoherencias, etc, indefendibles con la razón.
https://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_de_la_tolerancia
"Menos conocida es la paradoja de tolerancia:
La tolerancia ilimitada debe conducir a la desaparición de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada aun a aquellos que son intolerantes; si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto como ellos, de la tolerancia. Con este planteamiento no queremos significar, por ejemplo, que siempre debamos impedir la expresión de concepciones filosóficas intolerantes; mientras podamos contrarrestarlas mediante argumentos racionales y mantenerlas en jaque ante la opinión pública, su prohibición sería, por cierto, poco prudente. Pero debemos reclamar el derecho de prohibirlas, si es necesario por la fuerza, pues bien puede suceder que no estén destinadas a imponérsenos en el plano de los argumentos racionales, sino que, por el contrario, comiencen por acusar a todo razonamiento; así, pueden prohibir a sus adeptos, por ejemplo, que prestan oídos a los razonamientos racionales, acusándolos de engañosos, y que les enseñan a responder a los argumentos mediante el uso de los puños o las armas. Deberemos reclamar entonces, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes. Deberemos exigir que todo movimiento que predique la intolerancia quede al margen de la ley y que se considere criminal cualquier incitación a la intolerancia y a la persecución, de la misma manera que en el caso de la incitación al homicidio, al secuestro o al tráfico de esclavos.
Tenemos por tanto que reclamar, en el nombre de tolerancia, el derecho a no tolerar la intolerancia."
Karl Popper