#2 Supongo que ahora que el PP está en el Gobierno creen que ya pueden empezar a dar caña...
Algunas contradicciones que he visto en la sentencia tras leer las primeras 50 páginas:
- Afirma que todo activista de ETA está obligado a cumplir ciertas directrices entre las cuales está la de denunciar torturas, pese a que muchos etarras no lo han hecho (incluído, si no recuerdo mal, el propio Txeroki). Si realmente existen esas directrices es evidente que en muchas ocasiones no se cumplen, pero ¿por qué ahora se da por sentado que siempre se cumplen?
- Señala como contradictorio que las declaraciones sobre la hora de la detención oscilen media hora. Que detengan al juez sin previo aviso y le pregunten luego qué hora era, a ver si acierta... Aun así, le basta esa media hora de diferencia para resaltar el principio "in dubio pro reo" y la presunción de inocencia. Claro, ese principio no lo pudieron aplicar con Portu y Sarasola, porque casualmente primero se los condenó por reconocer haber volado la T4 y ahora es cuando se investigan las torturas que invalidarían sus confesiones.
- Da credibilidad a las declaraciones hechas por Portu y Sarasola al ser reconocidos por los forenses diciendo que no hubo malos tratos. No se cuestiona el hecho de que también declararon ser los autores de los atentados de la T4, y de que precisamente lo que resta credibilidad a todas esas declaraciones es la existencia o no de las torturas. Es como si le preguntas a una mujer maltratada si lo ha sido, te dice que no y tú te quedas tan tranquilo pensando que eso es una prueba válida...
- No cuestiona unos informes forenses que, según la propia sentencia, afirman que no hubo maltrato y al mismo tiempo no reflejan todas las lesiones que llevaron a uno de ellos a ingresar en la UCI.
- Afirma que la Audiencia se basó en la palabra de los etarras para encarcelar a los guardias civiles, pero peca justo de lo contrario y en mayor escala, puesto que resalta el hecho de que éstos últimos afirman que metieron a Portu y Sarasola en un sólo coche sin cuestionarse cómo es posible que el conductor y el copiloto de dicho coche no se dieran cuenta de que los etarras dedicaban el camino a preparar su futura declaración. Lo lógico es pensar que si tú vas custodiando a dos detenidos y los oyes preparar una denuncia de torturas contra ti, te las apañes para desmontar dicha denuncia evitando que sufran cualquier tipo de lesión. O procurando tener testigos de su detención y de que están ilesos. O tratando de no retrasarte para que no puedan contar lo que estás escuchando que van a contar...
- Al hecho de que el testigo de la detención no viera a la policía meter a los detenidos en el coche (o los coches) lo llama "declaración contradictoria", y en lugar de hablar del hecho de que el testigo negó cualquier tipo de violencia durante la detención (que es lo más importante) se centra en que no pudo ver si los metieron en un solo coche o en dos. Y con eso le basta para recordar el archirreferenciado manual y afirmar que el testigo en cuestión mintió por orden de ETA. Pruebas de esto, ninguna: parece que aquí ya no se aplica la presunción de inocencia. Aunque da igual, porque curiosamente no se va a llevar a cabo ningún tipo de denuncia contra dicho testigo por esas supuestas mentiras...
- Señala que la Audiencia aceptó la descripción de la pista forestal de las torturas que proporcionaron Sarasola y otro testigo a pesar de que dicha descripción era ambigua. Al parecer, si a una chica la violan y no es capaz de describir con exactitud el lugar donde sucedió, su testimonio no cuenta.
- También cuestiona la autenticidad de la declaración de dicho testigo afirmando que él ya era consciente de la descripción lanzada por Sarasola. Indirectamente le acusa de mentir para meter a cuatro guardias civiles en prisión y defender a un etarra, pero qué curioso que contra este testigo tampoco hay acusación alguna.
- Culpa a los torturados de no haber querido demostrar que habían sido torturados durante su juicio ante la Audiencia Nacional por lo de la T4, a pesar de que no hicieron otra cosa que retractarse de sus declaraciones por ser fruto de torturas. Es más: basándose en que las torturas denunciadas se clasificarían como "vindicativas" y no como "indagatorias", afirma incluso que el hecho de haber sido torturados no implica para nada que sus confesiones sean falsas, calificando dichas confesiones como "libre y espontáneamente prestadas" aun a pesar de las torturas. Me pregunto si los jueces que determinaron esto se creían ellos mismos semejante estupidez...
- Acusa al testigo de la detención de estar vinculado a ETA, sin más prueba que el hecho de que fuera diputado de Herri Batasuna, y declara que sus testimonios son irrelevantes. Es más, hasta peca de conspiranoia insinuando que ni siquiera fue testigo de nada, a pesar de que los propios Guardias Civiles le pidieron el DNI.
- Respecto a los calcetines mojados de Portu, llega a afirmar textualmente: "durante las 16 horas que tardó en ingresar en el hospital con el calor del pie y cerrado por el zapato, hay tiempo de sobra para secarse." Cualquiera que se haya calado los calcetines al ir por la calle un día de lluvia sabrá que hay que coger con pinzas esta afirmación.
- Señala como contradicción el hecho de que la enfermera (a la que también acusan de estar compinchada por haber llamado a la familia de Portu sin darle credibilidad a su declaración de haber usado una guía telefónica) declarara que los calcetines estaban mojados y que los forenses declararan lo contrario. No se cuestiona el hecho de que dichos forenses ni siquiera vieron evidencias de malos tratos en un hombre que tenía un pulmón perforado. A los forenses no se les cuestiona por ello, pero a la enfermera por avisar a la familia de un detenido torturado, sí.
- Se afirma que el detenido pudo haberse mojado él mismo los calcetines "a pesar de la custodia policial". Vaya una custodia más ineficaz, ¿no?
- Da por sentado que los coches en los que transportaron a los dos etarras fueron a registrar también el coche del hermano de Sarasola, que los plazos dados por la policía son los correctos y que partiendo de esa base es imposible recorrer los 60 km que se recorrieron porque sólo queda un plazo de media hora. Dejando de lado que a una buena velocidad sí parece posible recorrerlos, es evidente que si partimos de la base de que las declaraciones de los acusados son verídicas entonces ni hubo torturas ni hubo nada. Pero si no lo hacemos, resulta que puede que las detenciones se practicaran antes de las 11, tal y como ha sido declarado por todos excepto los guardias civiles.
- Se juega con preguntas trampa y sus respuestas, pues se utiliza el hecho de que uno de los detenidos afirmara que la detención fue violenta cuando es perfectamente posible haber utilizado con intención manipuladora su respuesta a la hipotética pregunta "¿sufrió usted violencia durante todo el proceso de la detención hasta llegar aquí?".
- Se da como hecho probado que los etarras intentaron huir y fueron alcanzados y detenidos por la guardia civil, y al mismo tiempo se afirma que las lesiones pudieron ser causadas por el material pesado que llevaban encima. Si tan cargados iban, ¿cómo pudieron echar a correr tras los etarras, alcanzarlos y detenerlos?
- Niega que entre las heridas sufridas haya algunas que no pudieran ocurrir durante una detención violenta y para ello se basa en la opinión de dos "especialistas" de Madrid. Es decir, concede credibilidad a los forenses cuando dicen que los calcetines estaban secos pero no se la dan a su informe de heridas.
- Reconoce que en la segunda versión de los etarras (la que se hizo ya a salvo de torturas) sí es acorde a las heridas recibidas, pero en la mayor parte de la sentencia se basan en la primera por ser la que se declaró a los forenses y coincide con la versión de la guardia civil.
- Recrimina a la Audiencia el no haber consultado a ningún especialista para analizar si las heridas eran realmente fruto de torturas o podían haber sido realizadas durante una detención violenta. Parece que con los tan laureados forenses ya no basta...
Y la más importante: Los guardias civiles declararon que fueron directamente a su destino sin detenerse en ninguna pista forestal que es lo que afirman los etarras ni seguir el recorrido que definen éstos. Sin embargo, hay un ticket de un puesto de peaje de la autopista que está en dicho recorrido que confirmaría que sí siguieron la ruta que dicen los etarras. Dicho ticket está firmado por el empleado del peaje, que era nada menos que Isaías Carrasco, una de las últimas víctimas de ETA. El Supremo ha acusado a todos los testigos de mentir por orden de ETA, pero no dice nada sobre dicha firma (al menos hasta donde yo he leído de la sentencia, me faltan 11 páginas). Así pues, es evidente la contradicción: o mienten los guardias civiles absueltos, o miente una víctima de ETA ya fallecida.
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