"FarrUCO el puñetero". Saga completa en sus pantallas.
Narra la historia de un juez, quien, inmensamente agradecido a un partido político por enchufar a su retoña en un puesto privilegiado, dedica sus últimos años a hacer todo lo posible por pagarlo. Podía hacer e hizo, resume la trama. Una historia de esfuerzo y gratitud. El final es emocionante, cuando el alcalde de la ciudad, en recompensa por el afán con el que ayudaba a su causa da su nombre a una plaza.
Todo esto debería aclararse, porque así no hay quien se entere. Hay que ir mirando sentencias para saber qué se puede y no se puede hacer. Por ejemplo se puede...:
- Ir 3 minutos a cagar en jornada laboral: Sí
- Cargase sobre la mesa del jefe en menos de un minuto : No
- Fomentar las felaciones sociales en horario laboral: No
- Dar el biberón: Depende
... y así con las circunstancias más frecuentes que cualquier ciudadano hace en su jornada laboral
Parece que en el curso de protocolo que hizo (que primero quiso pasar por una licenciatura en ADE) aprendió a aplicar uno solo, siempre bajo el mismo sesgo. Solo hay una diferencia (perdón por la vulgaridad) entre un pedo, como Ayuso, sonoro, y un follón, como el falso este, manso, pero que apesta igual o más. Destrozo y dejadez de lo público con protocolos vergonzosos.
Todo esto lleva a esto www.eldiario.es/internacional/aumentan-operaciones-innecesarias-privat, aunque parece que en la última reforma ya lo pretenden atajar www.berlinamateurs.com/todo-lo-que-cambia-en-alemania-en-2025/
-Hay que dar la idea de que los másteres no son regalados y de que los cursillos y asistencia a congresos son licenciaturas o grados
-Hay que dar la idea de que M.Rajoy puede ser cualquiera
-Hay que dar la idea de que hay armas de destrucción.....
-Hay que dar la idea de que las competencias de residencias, ante las danas, incendios, atentados, metro de Valencia, etc. son de otros.
-"Hay que dar la idea" es muy de manual, no es solo una pifia, que también, fruto del primer punto, hay toda una ideología detrás a pesar de la ineptitud que manifiestan. Tiene que parecer que las mentiras son verdades, repitiendo aquellas las veces que haga falta.
Y lo triste es que, hasta ahora, les ha funcionado.
No es de extrañar, en Madrid hay familias enteras que, curiosamente, el destino los llevó a ser comisionistas de productos y servicios sanitarios, y eso hay que repercutirlo en el precio. Emprendedores, ¡vaya!
Territorio de Ventorreros. ¿Cómo era aquello? ¡Ah, sí!, ¡Cómo está dejando Colau Barcelona!
Más importante es que lo incautado no acabe en alguna operación maletero de los ppatrióticos.
Por favor RAE, Ventorrear como verbo ya. Gestión incompetente con ridiculización de la emergencia climática, negacionismo, dejadez, y cuando llega la catástrofe echar la culpa a otros, "aventar" las culpas.