Es demasiado obvio y sucede delante de nuestras narices. Hay una generación en Marbella prodigiosa, llena de talento, que sucesivamente ha padecido la mala gobernanza. Gente que era joven hace veinte o treinta años me lo cuenta. Aun en su decadencia actual -porque el gilismo sin Gil continúa-, Marbella me parece interesantísima. Soy de Madrid y llevo diez años aquí por el azar de la vida. Hay gente buena que ha peleado a la contra. Es una ciudad fracturada, no solo por el turismo, sino también por las viejas costumbres y el horterismo institucional (aunque en los últimos años Estepona gana). Una ciudad de 150.000 habitantes en invierno gobernada actualmente con 20.000 votos, respaldados por ferias, procesiones, concursos, premios concedidos a mansalva. Aquí aún se presume de hacer todo a lo grande. Es triste. Las obras del hospital comarcal Costa del Sol aún no han concluido, ni las del centro de salud de Ricardo Soriano (antigua sede de Urbanismo de la Malaya, nada menos), ni la residencia de ancianos. Sí se han dado prisa en ceder hasta el final de este siglo el estadio de fútbol a una oscura fundación, donde se levantará un hotel de postín. Mienten como bellacos, nos les importa y ganan las elecciones.
"Aprende de tu padre", decía el actual concejal de Obras y Vía Pública de Marbella, Diego López. El corte inicial pertenecen a las grabaciones del caso con nuestro querídisimo Joakim. El tema es Dos Cretinos, dos cincuentones convertidos en punkarras. www.youtube.com/watch?v=uriua93NQBg&list=OLAK5uy_m9j3OallacdufPPIs
Me quedo con uno de los lemas de Rapture en aquella alegoría a mayor gloria de Ayn Rand que fue Bioshock: "Ni dioses ni reyes, solo hombres". Es curioso cómo las ideas opuestas se tocan por los extremos.
#126 Disculpa por responderte tarde. Sin "hard feelings". El problema no solo es el jugador. Es una cuestión de diseño por parte de los desarrolladores. Sigo pensando que la obra de cumbre de Bethesda no es ni Oblivion ni Skyrim, sino Morrowind, que depuró lo que era imposible en Dagerfall. Lo jugué en la primera Xbox y me voló en, en 2004, la cabeza. Sí, estaba lleno de bugs, pero nunca he sentido tanta inmersión en un juego. Kingdom Come Deliverance 2 me ha hecho sentir algo parecido. La curva de aprendizaje es difícil al principio, casi esotérica. Es cierto que hay que dedicarles tiempo, pero como a todo lo que es bueno en la vida. Un abrazo. Yo nací, perdóname, con el Pac-Man.
Es muy sencillo. Siempre ha habido periodistas buenos. Aún los hay. No digo que yo lo sea, pero he seguido el código -como yo digo-. Cuenta lo que pasa es de primero de periodismo. Siempre he seguido ese principio. Las empresas periodísticas están desplumadas. No pueden pagar a sus plantillas como deberían. Los mandos intermedios están desquiciados. Yo acabo de renunciar. No puedo seguir, no solo por conciencia, sino porque estoy desfondado y, además, estos vientos oscuros que nos soplan no invitan a dialogar con el imbécil.
Yo empecé con doce años. Solía comprar tebeos de Marvel en Arte 9, en la calle Hermosilla, en Madrid. Hablamos del año 1988. No sabía lo que era un juego de rol, pero me compré la edición de 'El señor de los anillos' que tenían a la venta. Me gustaban sus ilustraciones y todo el trasunto numérico. Pasé un año imaginando cómo plantear una partida. Siempre he sido 'master'; nunca he sido jugador, si no contamos los RPG clásicos de PC. Un año después pasé a la Glorantha de Runequest. Tuve todos los libros. El caso es que aprendí a dirigir partidas yo solo. Entre los catorce y los diecisiete años, tuve mi grupo de juego. Algunos eran chicos mayores que yo. Aquello era maravilloso. Gracias a los juegos de rol, pude desarrollar mi imaginación y aprender a comunicar ideas complejas. Por otra parte, no viví esa experiencia como un 'nerd', a pesar de la mala prensa que tuvieron al principio. Hace dos años, un amigo y yo volvimos recrear la campaña de Apple Lane con nuestros hijos y algunos de sus amigos. Durante dos inviernos, se convirtieron en auténticos aventureros. Mi hija Martina todavía recuerda con cariño aquellas largas campañas en el Paso del Dragón. No creo que haya motivos comerciales para publicar información en prensa generalista. A pesar de su normalización social, aún hoy hay mucho filisteísmo. Lo que está claro es que a los juegos de rol siempre jugaban personas muy inteligentes. No lo digo por mí. Solo una persona verdaderamente curiosa podía en aquella época interesarse por esa increíble construcción de un relato común.
Borges incluye un relato magistral en 'El Aleph' que se llama 'La búsqueda de Averroes' en el que fantasea sobre la imposibilidad del traductor árabe de entender el teatro griego: la representación de la tragedia y la comedia. Averroes vivió en Córdoba, probablemente la ciudad más próspera y culta del siglo X.