Les pagamos (y seguimos pagando) a los políticos la fiesta a todo tren que se metieron gestionando las cajas, eran las huchas que rompieron para sufragar sus juergas. Un dinero que, como bien dicen los compañeros, se podría haber invertido en mejorar la educación, la sanidad, las pensiones, etc. P**os ladrones que deberían ir a la cárcel.