Ayer hice un acto de solidaridad sin ningún esfuerzo ni mérito porque los manjares son para compartirlos y estaba solo.
Cené a las nueve porque tenía hambre y comida; calenté un trozo de tortilla de patata y la comí calentita con un poco de mahonesa y pan, pensando en los cientos de miles o millones de humanos que dormirían tiritando con el estómago vacío, niños y adultos.
Realmente fue una noche buena porque tuve techo y comida. Apagué el teléfono porque me faltaban valor y ganas para devolver felicitaciones y me puse una serie.
Cené a las nueve porque tenía hambre y comida; calenté un trozo de tortilla de patata y la comí calentita con un poco de mahonesa y pan, pensando en los cientos de miles o millones de humanos que dormirían tiritando con el estómago vacío, niños y adultos.
Realmente fue una noche buena porque tuve techo y comida. Apagué el teléfono porque me faltaban valor y ganas para devolver felicitaciones y me puse una serie.
Desde que murió mi padre no celebro.
Feliz Navidad, Papá. Te echo mucho de menos.