#78 acostumbrado a tratar con "su florentinez", es verdad que tampoco le hubiera costado mucho la reverencia a "su sanchidad"
#78 acostumbrado a tratar con "su florentinez", es verdad que tampoco le hubiera costado mucho la reverencia a "su sanchidad"
Vaya no noticia: pues si no le gusta Pedro Sánchez le saluda de forma fria y punto. Trámite pasado, tampoco le ha escupido o cualquier otra cosa. Yo no haría mucho más si tuviera que saludar a Abascal o a algún otro... ¿o vosotros sí?
#55 La mierda es mierda. Unas huelen más que otras dependiendo de lo que se haya comido y de lo fina de la nariz del que huele, pero la solución es la misma: tirar de la cadena y airear la estancia. La mierda, por mucho amoniaco o perfume que uses, sigue siendo mierda.
#111 Sin duda. ¿Aceptarías una persona paseándose con la nazi por la calle normal? La nazi no se tolera porque somos seres humanos, ok, ¿la del Khmer rojo? ¿Korea del norte? ¿la sionista? ¿la de los ayatollah? ¿La de los alauitas que ocupan el Sahara? ¿la franquista? ¿Qué bandera sí, qué bandera no? ¿Cuál es el límite material científico de pasear banderas?
¿es lo mismo rezar en una iglesia que hacerlo delante de una clñinica donde realizan abortos? ¿sacar banderas a pasear es lo mismo siempre y todas las situaciones? ¿sacar una bandera de Palestina en Tel Aviv es lo mismo que sacar una sionista en Gaza?
La mierda es mierda. No cabe duda. Los trapos son trapos.
#114 En donde fue? Que cuerpo? Porque seria muy raro que un ertzaina te multase por hablar en esukera.
Supongo el año cuando ocurrio y edad del policia tambien son relevantes.
#112 Pues a veces es positivo que ciertos colectivos se pongan en evidencia, para que se les vea venir y les pillen infraganti.
#116 En que fase estas?
Tienes apoyo o asesoramiento de alguna asociacion?
Suerte!
Hay un dicho que dice "doy gracias a Dios por dar a un tonto cara de tonto". Pues eso... Está siendo delicioso todo esto, nada mejor en este país que un negro vasco y un blanco vasco hayan marcado gol en la final de un torneo de selecciones para sacar a la luz a los más tontos de un lado y el otro... En fin, nacionalismos sentimentaloides mal entendidos, tan parecidos y no lo saben...
#4 seguiremos recibiendo a vuestros hijos y familiares con los brazos abiertos...
#182 el asunto es delicioso: ver a los nacionalistas de uno y otro lado comiendo bilis... en el fondo son tan parecidos..
#149 "el solipsismo va a llegar"
#137 fijate si tiene que ver con "nosotros", que aquí estamos tú, yo y otros, escribiendo sobre ello... las ideas y la realidad, que no siempre se llevan bien: cuidado con el individualismo propio de la ideología de nuestra época, a veces es muy tentador, pero no deja de ser un idealismo.
#103 "decir la verdad"... jajaja
Oye. Pues eso de tener la honra y aumentar el sueldo está bien... semana redonda para Gallardo
Pos mu bien, a disfrutarlo...
#5 en 1535 ya apareció el virreinato de Nueva España, en méxico.
#24 "vale, reconocemos que la nueva ley no aclara de forma explícita y sin género de dudas la obligación de estar casadas. ¡Pero la exposición de motivos sí!... ¿qué pasa, qué no os estudias las exposiciones de los BOE, eh, eh, eh?"
Que dices, si la economía va como un cohete...
#13 Discrepo que una nación sea (y te copio literal) "(...)no es más que un colectivo de personas que se sienten identificados con ella", eso es un reduccionismo que encierra la nacionalidad en los límites del sentimentalismo, un idealismo (en su acepción filosófica, no coloquial), pues presenta a la idea (esa identidad autopercibida) como creadora de la realidad. Si esto fuera así, si "soy castellano porque me siento castellano", tendríamos que aceptar como castellano a un japonés que hubiera vivido toda su vida en Tokio pero que como castellano se identifica, cosa sin sentido alguno.
Muy al contrario que sólo un asunto de carácter identitario, la nacionalidad sólo se demuestra en el plano material. Es cuando nuestras acciones se pueden asociar a alguna de las diferentes categorías nacionales cuando se demuestra la nacionalidad. Y esto tanto en el plano de la "nación cultural" (conjunto de personas que comparten rasgos culturales propios en relación dialéctica frente a otras naciones culturales) como en el plano de la "nación política" (conjunto de ciudadanos con mismos mismos derechos y deberes en relación dialéctica con otras naciones políticas).
Claro, una vez posicionamos la nacionalidad en la acción material, y no en el idealismo del sentimentalismo identitario, estamos aceptando que la nacionalidad depende de lo que se demuestra, no de lo que se quiere o desea. Lo que ocurre es que mientras categorías como castellano, catalán, euskaldun, gallego, etc. aluden a la nación en su acepción cultural, con "español" se alude a la nación política. Son dimensiones diferentes, y es un error categorial igualarlos al mismo plano lógico. Uno será castellano y español, catalán y español, euskaldun y español, etc. Pero no puede ser sólo catalán, sólo castellano, sólo gallego o sólo euskaldun. Porque en su acción material diaria demuestra ser también español sin perjuicio de ser catalán: un catalán se rige bajo un sistema de leyes, derechos y deberes comunes a los de un castellano o gallego, comparte unas mismas instituciones, una misma representación diplomática, etc. No existe ningún "carácter español" que no tenga ya Girona, Lugo o Guipuzcoa. Ser español, de nuevo, no es una cuestión de sentimiento identitario, guste o no al independentista (que no se siente español, pero que todos los días demuestra serlo) o guste o no al españolista (que pretende españolizar lo que ya es español de facto).
Cc: #18 #27
#28 ¡¡Apreciado Dick!! Hacía tiempo que no tenía el placer de intercambiar comentarios contigo (y para evitar que la ley de Poe me juegue una mala pasada y me malinterpretes te diré que la frase que abre este comentario NO es sarcástica, es sincera). Eres uno de esos usuarios que no comenta por comentar, y que cuando lo hace, se exprime la sesera (y hace a los demás exprimírsela). Y cómo no, señalas algo bastante cierto. Pero, me temo, mi respuesta no va a ser muy elaborada en esta ocasión porque, en el fondo, creo que dices básicamente lo mismo que yo.
Efectivamente, esto "(...)no es más que un colectivo de personas que se sienten identificados con ella", es reduccionismo. Es una forma muy simple de decirlo, puesto que para que exista una nación ha de existir todo un proceso histórico detrás. Pero a efectos del debate, y con el fin de no alargarme, me pareció que esa forma de definirlo era suficientemente clara. El punto importante es que el proceso histórico no tiene por qué ser largo, de ahí que lo planteara en esos términos. En el caso de España, siendo uno de los estados más antiguos de Europa, se trata de un proceso largo.
Creo que lo que tu llamas nación cultural y nación política yo lo llamo "nación" y "estado". La nación cultural y la política, para mí, son dos conceptos confusos, dado que podrían relacionarse con los dos tipos de nacionalismo que surgen en la primera mitad del XIX: el liberal (francés) y el cultural (alemán). Aunque personalmente considero que ambos se fusionan en la segunda mitad del XIX con el nacimiento del Estado-Nación. Algo que, en su momento, tenía cierta lógica pero que, ahora, me parece un invento del TBO. Pero si aplico la equivalencia antes descrita: "nación cultural" = "nación"; y "nación política" = "estado", tus argumentos me encajan perfectamente. Es lo que, desde mi perspectiva, es España: un estado (nación política), formado por varias naciones (nación cultural).
Creo que convendrás conmigo que el problema del "españolismo" es la confusión de la nación política con la nación castellana. Ojo, me encanta castilla y los castellanos, y creo que hay muchísimos castellanos que no compran esta equiparación. Pero existe un nacionalismo cultural español, que pretende sustituir las naciones culturales por una nueva que encaje con la nación política. Es básicamente esta la tesis que defiendo en #25.
Discrepo en que la nación sea algo material. Entiendo por material cualquier cosa tangible, y la nación no es tangible. Pero es un debate en el que tampoco me quiero meter, porque croe que es más de semántica.
#57 Pues ánimo con el pequeño, ¡hay que aguantar! (Yo tengo dos, pero ya de 6 y 8 años).
También se habla de la España de los Austrias, del imperio español, de la absolutista de los Borbones, del sexenio liberal, de la II república, de la España franquista, de la constitucionalista... sí, podemos dividir y poner apellidos a diferentes épocas y sistemas para ser más precisos, claro. Y ciertamente en algunos contextos será necesario esa mayor precisión. Pero no veo que esto por sí haga incorrecto utilizar de forma general el sustantivo "España" para referir a todas estas épocas (igual que en ocasiones utilizamos de forma general el de "Roma" sin precisar época, y tampoco diríamod que es algo incorrecto).
Y esto porque, repito (y sé que soy insistente con esto, pero es el meollo de la cuestión), España durante todas esas épocas ha seguido manteniendo una relación dialéctica frente al resto de actores geopolíticos... que es justo la razón por la que la actual Italia no se puede derivar de una Roma occidental para la que ya en el S. V sus instituciones fueron eliminadas tras las invasiones barbaras: deposición del emperador, división del imperio en diferentes unidades, etc... y que por tanto ya no se presentará como unidad geopolítica a partir de entonces.
#54 "Si la idea de Espanha como la entendemos a dia de hoy no existe hasta el nacimiento de los estados liberales es acientifico hablar de la historia de la misma antes de dicho momento."
Pero es que en historia, los objetos de estudio no se agotan en el estado actual de tales objetos. Cuando estudiamos la antigua Roma, lo hacemos tanto de la monarquía, como de la República, como del imperio. Tres organizaciones internas y externas muy diferentes que se desarrollan a lo largo de varios siglos, con formas, características y realidades muy diversas, con organizaciones políticas y económicas distintas distintas... Y para las que sin embargo utilizamos el mismo nombre para designarlas, ¿por qué? Pues porque en cualquiera de esas tres etapas, Roma se presenta como una unidad política, que se enfrenta dialecticamente con el resto. En la historia de organizaciones políticas, no es la forma del objeto de estudio lo determinante, sino su relación frente al resto de organizaciones políticas.
Y esto no solo cuando hablamos se geopolítica. Otro ejemplo: "la izquierda". Si situamos su nacimiento en la Francia revolucionaria, es evidente que con esta palabra se han designado muy diferentes ideologías políticas hasta el presente: el jacobinisno, la izquierda liberal del XIX, el comunismo, la socialdemocracia, etc... Todas muy difetentes entre sí, y que sin embargo se catalogan con la misma palabra, ¿y por qué? De nuevo, porque se oponen dialecticamente a o las otras opciones políticas catalogadas en cada momento como "derecha". Insisto: en política, no es la forma del objeto de estudio lo determinante, sino su relación frente al resto de organizaciones políticas.
A nadie le parece raro que hablemos de Roma, tanto para referirnos al reinado de Tarquinio como al imperio de Augusto, ¿por qué entonces, para el caso de España, debemos agotar su estudio a lo que ocurre a partir del XIX? Claro que España pasa por diferentes formas y organizaciones, claro que Hernán Cortes no pensaba en algo parecido a la actual España cuando así puso nombre al virreinato, y claro que Cervantes no pensaba en la actual España al escribir en el Quijote eso de "Doquiera que estamos, lloramos por España; que, en fin, nacimos en ella y es nuestra patria natural". Pero de esto a negar España como actor político desde el XVI hasta el XIX hay un trecho...
Cc: #42
#56 A nadie le parece raro que hablemos de Roma, tanto para referirnos al reinado de Tarquinio como al imperio de Augusto,
Es que de hecho se hace con apellidos, se habla del imperio romano, de la republica romana, de la monarquía... de el imperio romano de oriente o de occidente...
Pero tu logica sería que deberiamos llamar a estos Italia, e historia de Italia. Por mantener tu coherencia vaya.
LLevo media noche sin dormir gracias a mi pequenhin asi que disculpa si falta coherencia o paciencia en mi respuesta.
Un abrazo
#57 Pues ánimo con el pequeño, ¡hay que aguantar! (Yo tengo dos, pero ya de 6 y 8 años).
También se habla de la España de los Austrias, del imperio español, de la absolutista de los Borbones, del sexenio liberal, de la II república, de la España franquista, de la constitucionalista... sí, podemos dividir y poner apellidos a diferentes épocas y sistemas para ser más precisos, claro. Y ciertamente en algunos contextos será necesario esa mayor precisión. Pero no veo que esto por sí haga incorrecto utilizar de forma general el sustantivo "España" para referir a todas estas épocas (igual que en ocasiones utilizamos de forma general el de "Roma" sin precisar época, y tampoco diríamod que es algo incorrecto).
Y esto porque, repito (y sé que soy insistente con esto, pero es el meollo de la cuestión), España durante todas esas épocas ha seguido manteniendo una relación dialéctica frente al resto de actores geopolíticos... que es justo la razón por la que la actual Italia no se puede derivar de una Roma occidental para la que ya en el S. V sus instituciones fueron eliminadas tras las invasiones barbaras: deposición del emperador, división del imperio en diferentes unidades, etc... y que por tanto ya no se presentará como unidad geopolítica a partir de entonces.
¡Y Gooooool del PSOE!. Cambia el tipo penal para la malversación... y... vaya, que casualidad, que justo a los del procés por un lado y a Griñan y Chaves por otra les venga bien...
#49 Berlinger, con el emprño que pones en escribir bien y explicar, algo que siempre se agradece aquí, te vuelvo a repetir que es una pena tu tendencia a las inferencias injustificadas sobre el otro. A ver, ¿dónde he escrito yo que la nación española tenga 500 años (cómo me acusas en #50), o que la palabra España signifique lo mismo hoy que en 1492 (como me acusas en #49)? Respira antes de escribir, relee y veras que ahí estás poniendo mucho de tu parte. Todos sufrimos tendencia a asociar sesgos al que está al otro lado del teclado; justo por eso mismo en la conversación escrita es importante atenerse a lo expuesto por el otro, si se quiere uno presentar como mínimamente serio. Te equivocas de cabo a rabo al ver en este que te escribe un nacionalista.
Volviendo al asunto, es que no estamos tan lejos en las posiciones. Ya sabemos que España, como nación política moderna, no aparece hasta el XIX al albor de los nacimientos de los estados-nación y los movimientos reformistas liberales. También sabemos que con "España" se ha referido a disferentes significados dependiendo de la época histórica: la idea de España muta a lo largo de la historia, como suele ocurrir con todas las ideas complejas que atraviesan diferentes categorías.
La cuestiónes que aquí se tratan no son esas, que tienen poco que discutir, sino de a partir de cuando se puede comenzar a hablar de "historia de España"como actor político. Y mi posición aquí es muy sencilla: a partir del momento en que los diferentes reinos peninsulares constituyen una organización (de partes, pero una organización hacia fines) que se opone dialécticamente al resto de actores geopolíticos (en la batalla, en la diplomacia, en los intereses económicos, en la bandera que ondean las flotas, en la defensa del terrotorio, etc). Básicamente tras el "descubrimiento" de América y la notoria posición que reinos peninsulares toman en el ámbito geopolítico frente a otras potencias ("América hace España, y no al revés", se dice), y poco más adelante tras la reforma luterana y la posición en el plano ideológico de esos reinos peninsulares toman frente a los centro y norte europeos. Que España no fuera entonces la nación moderna que hoy conocemos, que España entonces fueran diferentes reinos vasallos de una misma corona, no niega poder hablar de España ya entonces como una unidad política de partes opuesta de forma dialéctica a otras potencias. De ahí la enorme documentación que tenemos donde potencias extranjetas hablan a partir del XVI de España, no de sus reinos (aunque estos siguieran existiendo).
Tan erróneo es pensar en una España semejante a la moderna en 1535, eso que tanto gusta a algunos, como agotar la idea de España en la nación política a partir del XIX, para presentar toda relación anterior como meramente distributiva entre diferentes reinos, eso que tanto gusta a otros. Ambas posiciones, a mi parecer, responden más a la necesidad de justificar en la historia cierta posición política del presente, a costa de retorcer esta hacia intereses (como si la historia justificase por sí misma algo, cuando la historia, en la praxis política del presente, importa una mierda).
#53
Te equivocas de cabo a rabo al ver en este que te escribe un nacionalista.
Mis mas sinceras disculpas si de alguna forma he dado por hecho posiciones politicas que no defiendes o inferido posiciones erroneas de tus planteamientos. Mi intención es tratar los posicionamientos de forma honesta, asi que entono el mea culpa si de alguna forma mis palabras no han representado correctamente tus posiciones.
Ya sabemos que España, como nación política moderna, no aparece hasta el XIX al albor de los nacimientos de los estados-nación y los movimientos reformistas liberales.
Esa es mi posición, porque esa es la idea actual que subyace a la palabra Espanha.
La cuestiónes que aquí se tratan no son esas, que tienen poco que discutir, sino de a partir de cuando se puede comenzar a hablar de "historia de España"como actor político.
Home no, lo uno esta relacionado con lo otro. Si la idea de Espanha como la entendemos a dia de hoy no existe hasta el nacimiento de los estados liberales es acientifico hablar de la historia de la misma antes de dicho momento. Es proyectar en el pasado algo que existe en el presente. Lo que no es coherente es que establezcamos lo que es espanha hoy y desde cuando es asi para luego decir que si hablamos de "la historia de" la misma, que derrepente esa definición se va al garete y por hablar de historia se trasciende ésta. Si quieres hbalamos de "Historia en la peninsula ibérica" o "historia de las entidades feudales en la peninsula ibérica" pero si hablamos de "historia de espanha" la palabra espanha no pasa a cambiar maginamente de significado y desligarse de su significado actual.
no niega poder hablar de España ya entonces como una unidad política de partes opuesta de forma dialéctica a otras potencias
Pero entonces necesitará de otros apellidos para aclarar que es una entidad distinta a la espanha estado nación moderna, porque de otra forma simplemente estamos generando confusión en cuanto a qué nos referimos.
agotar la idea de España en la nación política a partir del XIX
Existen las naciones antes de la conceptualización de la nación? Como existen naciones cuando en el feudalismo la propiedad del territorio es familair y hereditaria y las configuraciones politicas cambian a merced de bodas , muertes y divorcios? Como hay una anción sin ciudadanos que se consideren parte de la misma?
Ambas posiciones, a mi parecer, responden más a la necesidad de justificar en la historia cierta posición política del presente, a costa de retorcer esta hacia intereses
Home, yo personalmente lo que planteo es mi oposición al nacionalismo de gran nación y a toda base de esencialismo que pretende justificar la opresión presente. Y esto lo hago en base a la ciencia. Como tal critico lo que creo que es lo mas extendido en nuestro territorio que es el nacionalismo espanholista, por ser elemento comun a los principales aprtidos, sus votantes y la ciudadanía. No por casualidad sino por su importancia ideologica como sosten de un sistema clasista. Frente a los relatos, la realidad material. Y esto no pretende justificar relatos igualmente magicos sobre esencias que justifiquen otras posiciones.
no niega poder hablar de España ya entonces como una unidad política de partes opuesta de forma dialéctica a otras potencias. De ahí la enorme documentación que tenemos donde potencias extranjetas hablan a partir del XVI de España, no de sus reinos (aunque estos siguieran existiendo).
Y antes una Hispania romana con su propia organización, pero esto no va de eso. La historia de la que se habla hoy se habla por su impacto en el presente y por lo que se quiere decir y transmitir del presente a través de ésta. Y si hablamos de historia de espanha con los reyes católicos apuntalamos la idea de la nación centenaria a pesar de que esto no se corresponda con la realidad.
a mi parecer, responden más a la necesidad de justificar en la historia cierta posición política del presente
Por otra parte, quiero ver a esos asepticos obejtivistas que hablan de la historia de forma totalmente desconectada del presente y sin querir inferir o trasladar propiedades a éste. No pocos historiadores entiden que la historia, como tantos otros ambitos, es un campo de batalla ideológica. Desde luego los Pio Moa, Eslava Galán y demás lo tienen clarisimo. Y no es casual que la matraca de la leyenda negra gane pujanza en medio del ordago independentista en catalunya.
a partir del momento en que los diferentes reinos peninsulares constituyen una organización (de partes, pero una organización hacia fines) que se opone dialécticamente al resto de actores geopolíticos (en la batalla, en la diplomacia, en los intereses económicos, en la bandera que ondean las flotas, en la defensa del terrotorio, etc). Básicamente tras el "descubrimiento" de América y la notoria posición que reinos peninsulares toman en el ámbito geopolítico frente a otras potencias ("América hace España, y no al revés", se dice), y poco más adelante tras la reforma luterana y la posición en el plano ideológico de esos reinos peninsulares toman frente a los centro y norte europeos.
Vamos a la magra que está aqui. De nuevo, los territorios que se agrupan bajo ese espnaha (o espanhas segun el momento) son totalmente distintos a los actuales. Si estamos de acuerdo que son entidades distintas, con sistemas economicos distintos, con sistemas politicos distintos... No entiendo donde esta la precisión en aglutinarlos. Que es exactamente lo que se gana? que utilidad practica tiene?
Te equivocas de cabo a rabo al ver en este que te escribe un nacionalista.
Mis mas sinceras disculpas si de alguna forma he dado por hecho posiciones politicas que no defiendes o inferido posiciones erroneas de tus planteamientos.
un saludo y un fuerte abrazo
#54 "Si la idea de Espanha como la entendemos a dia de hoy no existe hasta el nacimiento de los estados liberales es acientifico hablar de la historia de la misma antes de dicho momento."
Pero es que en historia, los objetos de estudio no se agotan en el estado actual de tales objetos. Cuando estudiamos la antigua Roma, lo hacemos tanto de la monarquía, como de la República, como del imperio. Tres organizaciones internas y externas muy diferentes que se desarrollan a lo largo de varios siglos, con formas, características y realidades muy diversas, con organizaciones políticas y económicas distintas distintas... Y para las que sin embargo utilizamos el mismo nombre para designarlas, ¿por qué? Pues porque en cualquiera de esas tres etapas, Roma se presenta como una unidad política, que se enfrenta dialecticamente con el resto. En la historia de organizaciones políticas, no es la forma del objeto de estudio lo determinante, sino su relación frente al resto de organizaciones políticas.
Y esto no solo cuando hablamos se geopolítica. Otro ejemplo: "la izquierda". Si situamos su nacimiento en la Francia revolucionaria, es evidente que con esta palabra se han designado muy diferentes ideologías políticas hasta el presente: el jacobinisno, la izquierda liberal del XIX, el comunismo, la socialdemocracia, etc... Todas muy difetentes entre sí, y que sin embargo se catalogan con la misma palabra, ¿y por qué? De nuevo, porque se oponen dialecticamente a o las otras opciones políticas catalogadas en cada momento como "derecha". Insisto: en política, no es la forma del objeto de estudio lo determinante, sino su relación frente al resto de organizaciones políticas.
A nadie le parece raro que hablemos de Roma, tanto para referirnos al reinado de Tarquinio como al imperio de Augusto, ¿por qué entonces, para el caso de España, debemos agotar su estudio a lo que ocurre a partir del XIX? Claro que España pasa por diferentes formas y organizaciones, claro que Hernán Cortes no pensaba en algo parecido a la actual España cuando así puso nombre al virreinato, y claro que Cervantes no pensaba en la actual España al escribir en el Quijote eso de "Doquiera que estamos, lloramos por España; que, en fin, nacimos en ella y es nuestra patria natural". Pero de esto a negar España como actor político desde el XVI hasta el XIX hay un trecho...
Cc: #42
#56 A nadie le parece raro que hablemos de Roma, tanto para referirnos al reinado de Tarquinio como al imperio de Augusto,
Es que de hecho se hace con apellidos, se habla del imperio romano, de la republica romana, de la monarquía... de el imperio romano de oriente o de occidente...
Pero tu logica sería que deberiamos llamar a estos Italia, e historia de Italia. Por mantener tu coherencia vaya.
LLevo media noche sin dormir gracias a mi pequenhin asi que disculpa si falta coherencia o paciencia en mi respuesta.
Un abrazo
#57 Pues ánimo con el pequeño, ¡hay que aguantar! (Yo tengo dos, pero ya de 6 y 8 años).
También se habla de la España de los Austrias, del imperio español, de la absolutista de los Borbones, del sexenio liberal, de la II república, de la España franquista, de la constitucionalista... sí, podemos dividir y poner apellidos a diferentes épocas y sistemas para ser más precisos, claro. Y ciertamente en algunos contextos será necesario esa mayor precisión. Pero no veo que esto por sí haga incorrecto utilizar de forma general el sustantivo "España" para referir a todas estas épocas (igual que en ocasiones utilizamos de forma general el de "Roma" sin precisar época, y tampoco diríamod que es algo incorrecto).
Y esto porque, repito (y sé que soy insistente con esto, pero es el meollo de la cuestión), España durante todas esas épocas ha seguido manteniendo una relación dialéctica frente al resto de actores geopolíticos... que es justo la razón por la que la actual Italia no se puede derivar de una Roma occidental para la que ya en el S. V sus instituciones fueron eliminadas tras las invasiones barbaras: deposición del emperador, división del imperio en diferentes unidades, etc... y que por tanto ya no se presentará como unidad geopolítica a partir de entonces.
El economista Juan Torres López, uno de los impulsores del primer programa económico de Podemos, ha pedido este sábado el voto para Izquierda española defendiendo que respaldar a este nuevo partido es un "síntoma de inteligencia" y de "precaución ante la degradación de los derechos sociales que están sufriendo nuestras sociedades".
El que no detecta los males cuando nacen, no es verdaderamente prudente. Si quien gobierna no reconoce los males hasta que los tiene encima, no es realmente sabio. (...)Hay tanta distancia de cómo se vive a cómo se debería vivir, que el que deja el estudio de lo que se hace para estudiar lo que se debería hacer aprende más bien lo que debe obrar su ruina que lo que debe preservarle de ella: porque un hombre que en todas las cosas quiera hacer profesión de bueno, entre tantos que no lo son, no puede llegar más que al desastre... Y yo sé que todos confesarán que sería cosa muy loable que en un príncipe se encontraran todas las cualidades mencionadas, las que son tenidas por buenas: pero, como no se puede tenerlas todas, ni observarlas a la perfección, porque la condición humana no lo consiente, es necesario que el príncipe sea tan prudente que sepa evitar la infamia de los vicios que le harían perder el Estado, y preservarse, si le es posible, de los que no se harían perder; pero si no puede, estará obligado a menos reserva abandonándose a ellos. Sin embargo, no tema incurrir en la infamia de aquellos vicios sin los cuales difícilmente pueda salvar al Estado; porque, si se pesa bien todo, se encontrará que algunas cosas que parecen virtudes, si las observa, serán su ruina, y que otras que parecen vicios, siguiéndolas, le proporcionarán su seguridad y su bienestar. (...)La sabiduría consiste en saber distinguir la naturaleza del problema y en elegir el mal menor.(Maquiavelo, "El príncipe", 1532).
Me dicen que la belleza, subjetiva, es el producto del cerebro o la mente, que es aquí y solo aquí donde y cuando su concepción aparece. Dichosa esa idea de "la mente".Suelen poner como ejemplo diferentes obras de arte, acudiendo normalmente a aquellas más polémicas, como las del feísmo, el brutalismo, las de ARCO y a todos esos artistas tan del S. XX y XXI que ustedes ya conocen, advirtiendo como estas obras son adoradas por unos mientras para otros son ejemplos de fealdad (a mí me encanta la fotografía industrial, mi madre decía que solo veía cementeras en esas fotos). Otros ejemplos utilizados como armazón del argumento suelen ser cosas como los gustos culinarios (yo no soporto el mojito, pero gusto del lento disfrute de un zumo de pomelo, muchos otros adoran al primero y dan arcadas con el segundo), la ropa que vestimos (pantalones blancos no, por favor), la música que escuchamos (¿disfrutó alguna vez, cubata en vaso de tubo bien agarrado, del ritmo de la pachanga?)... Y no suele ser raro que acabe el argumento con ese “para gustos los colores” que dice nuestra lengua, tan rica en proverbios... Pero es que los gustos y la belleza pudieran no tener siempre que ver. Pareciera que se confunden en ocasiones.Podríamos resumir, citando al famoso Francisco Mora, la cuestión con la siguiente frase: “La belleza es creada por el cerebro humano (...) la belleza aparece como creación del ser humano, el sujeto, tras observar y percibir ciertas características del objeto que contempla”[1]. Este parece ser el marco filosófico que ya desde hace mucho tiempo hegemoniza la cuestión. Pero si en otras ocasiones les he escrito aquí mismo en Menéame sobre la tiranía de la llamada subjetividad, tampoco será este un asunto que se escape.Y es que algunas preguntas parecen difíciles de contestar solo desde este marco. Primero, y aunque las definiciones de la RAE en ocasiones quedan cojas para tratar asuntos filosóficos, creo que en esta ocasión podemos coger la segunda acepción de “subjetivo” de la Academia para el caso que tratamos: “perteneciente o relativo al modo de pensar o de sentir del sujeto, y no al objeto en sí mismo” (atentos a la inclusión de la palabra “relativo” en la definición). La primera pregunta es más o menos evidente, ¿cómo podemos decir que la concepción de belleza solo es relativa al sujeto, si para decir de algo que es bello o no, siempre debemos referir a un objeto o fenómeno (sean estos reales o figurados)? Cuando afirmamos que la belleza es solo subjetiva, es decir, solo relativa al modo de pensar o sentir del sujeto, estamos obviando que para adjetivar, pensar o sentir a algo como bello es necesario previamente ese algo. No parece por tanto que la belleza solo sea relativa al sujeto - bello es un adjetivo que necesita de un sustantivo - sino más bien que aparece como una relación entre ese objeto adjetivado, pensado o sentido y el sujeto que adjetiva, piensa o siente (relativo: “que guarda relación con alguien o con algo”). volviendo a la cita de F. Mora, si “la belleza aparece como creación del ser humano, el sujeto, tras observar y percibir ciertas características del objeto que contempla”, se está reconociendo que esas “ciertas características del objeto”, pongamos como ejemplo ciertas relaciones espaciales entre partes, véase el Hombre de Vitrubio, ejercen estadio crítico en la concepción de la belleza que ha elaborado dicho ser humano. No puede ser por tanto solo relativo al sujeto.Y esto último nos lleva ya a la siguiente pregunta, ¿cómo se ha formado el concepto de belleza en el observador, ese humano?, ¿acaso apareció en el observador como un ex-nihilo, cosa que nos llevaría a un oscuro laberinto de marcado carácter metafísico, o se ha ido formando a lo largo de la vida de esa persona? Aquellos que encuentran belleza en una música “no de primera escucha” (una sinfonía de esas pesadas, o un largo tema “prog”), o en un sesudo cuadro conceptual, ¿nacieron ya con esa idea de belleza, o acaso es que la belleza es algo flotando por ahí que se apropió de ese observador (el "espíritu de la belleza que se posa en lo bello", leemos en ocasiones)?, ¿no será tal vez que se ha ido formando con el tiempo; no es necesario en ocasiones conocer y “empaparse” del tema en cuestión para ser capaz de “entender la belleza que se esconde”? Al menos buena parte de la belleza que pueda tener Los Fusilamientos del 2 de Mayo de Goya parece tener mucho que ver con conocer la historia detrás del cuadro... La concepción de belleza que un sujeto pueda tener es también en ocasiones hija de un proceso social, imbricado en una complejidad de relaciones, y consecuencia de un largo aprendizaje; algo muy alejado de ese creacionismo mental que algunos presentan. Incluso reconocer, como la ciencia nos dice, que ciertas combinaciones de formas, volúmenes, colores, olores, sonidos, etc. pudieran sernos bellas de forma innata, no quita en cualquier caso la necesidad de unos objetos o fenómenos sobre los que adjetivar y aplicar esas propensiones, a la vez que refiere este innatismo a razones evolutivas, diremos que bien materiales en el fondo.Piensen sino ahora cuando tal vez vieron por primera vez en vivo el impresionante Duomo de Florencia (o pongan aquí el ejemplo que quieran). Sin duda que Brunelleschi, previo a levantar materialmente la catedral, tuvo que pensar en ella. En cierta medida, solo en cierta, esas obras son la objetivación de su actividad cerebral. Primero existiría un boceto de la catedral en el cerebro del arquitecto, luego este tomaría entidad material, primero en el papel, luego en la realidad objetiva de la plaza, de forma más o menos cercana a su génesis ideal (dicen algunos que el proceso de creación suele ser un negociado continuo entre la idea y los límites materiales donde finalmente se insertará). Sin embargo podemos aventurarnos a afirmar que previa a esa idea que Brunnelleschi más tarde convertiría en realidad, este estudiaría otras obras, invertiría años formándose en técnica arquitectónica. Sabemos que Brunelleschi estudió a conciencia esas cúpulas que aún quedaban en pie y que tanto tiempo llevaban sin realizarse. De igual manera, el estilo arquitectónico idealizado y empleado, el gótico, era el propio de la época y sociedad donde el arquitecto se encontraba. Con todo esto queremos decir que incluso en el proceso de creación del artista lo objetivo, sea presente o refiera a una tradición histórica y cultural, es parte fundamental del proceso. También aquí lo subjetivo y lo objetivo refieren mutuamente y se alimentan.No estamos aquí afirmando que la belleza sea algo solo propio de los objetos y fenómenos observados, eso sería caer en el mismo simplismo por el otro lado. Sin duda es necesario un observador, con un cerebro, para que el razonamiento o sentimiento de belleza exista. Lo que se dice es que esa belleza siempre aparecerá como relación entre el objeto, el sujeto y la complejidad de relaciones atributivas existentes con el medio. Decir que la belleza aparece solo como perteneciente o relativa al modo de pensar del sujeto, decir solo que “la belleza es creada por el cerebro humano”, es coger la parte por el todo, un ejercicio de cerebrocentrismo, ya que ese modo de pensar también es a su vez dependiente del objeto observado y de las relaciones que el observador haya tenido previamente con el medio social, el entorno geográfico, institucional, de su educación, etc... Oponer mundo y cerebro, o más aún, mundo y mente, ese cajón de sastre donde tan pronto se pone como se quita, "el sustituto" (ustedes ya me entienden), es propio de ese idealismo que crea artificialmente un agujero entre el sujeto y el objeto. El cerebro o la mente (si es que esto último existe) son parte, sin duda crítica, en la concepción de belleza, pero serán, en todo caso, parte del proceso de tal concepción, tanto como nuestros ojos que captan la luz, el mármol en el que fue tallada la Santa Piedad de Miguel Ángel o el altavoz por el que usted escucha ese tema que le remueve las tripas. La reducción cerebrocentrista, propia de una visión dualista encerrada en los límites del problema “mente-cuerpo", participa así de la tradición idealista, ya que necesita en última instancia de un motor o sustancia propio para justificarse: esa dichosa mente de la que tanto hablamos hoy... de nuevo solo el “yo” dando forma al mundo conocido.--------------------[1] Mitos y verdades del cerebro, F. Mora, 2018--------------------Otros artículos relacionados:
Ah! El sinsentido de la "autodeterminación", ese producto estrella del individualismo filósofico que nos tocó vivir, ya casi se me había olvidado...