Me recuerda a los flipaos de los pisos, que preferían mantenerlos cerrados antes que alquilarlos a precios bajos; así se tiró más de uno, sin recibir ni un sólo ingreso durante años, y gastando en derramas e impuestos.

Pues otro parecido, en vez de rascarse el bolsillo en buenos salarios, prefiere mantener la cocina cerrada. Luego venderá el local porque no puede mantenerlo más.

#teahorrounclickdemurodepago

La víctima recibe un extraño SMS de su banco con un código de confirmación.
Llaman a la víctima desde el supuesto móvil de alguien de confianza, pidiéndole el código que le han mandado con cualquier historia.
La víctima, confiada, se lo da sin hacer preguntas.
El código es la confirmación para realizar alguna operación bancaria con las cuentas de la víctima, que no se ha pispado del engaño.

Lo primero que llama la atención es la facilidad para entrar en las cuentas bancarias de cualquiera, la seguridad en los bancos y en las tiendas online debe ser un chiste.

Lo segundo, lo confiada que es la gente, por este lado se podría atajar mejor el problema.

A mí lo que me sorprende es que todavía queden Caprabos

La reciente película Io, Capitano lo retrata muy bien.

Convencen a jóvenes africanos para cruzar por libia a Italia, enseñando fotos de cochazos y yates en los que los transportarán. Les cobran miles de euros, los ahorros de varios años currando, y cuando llegan a Libia los capturan para venderlos como esclavos o pedir rescates a sus familiares.Y por supuesto, todo el trayecto es un sacacuartos impresionante, desde el que te hace un pasaporte falso hasta el que te vende comida en las numerosas paradas, a los pobres les sablean hasta por respirar.

De hecho hay un momento muy bueno de la película, en la que un señor mayor les dice a los jóvenes protagonistas que para qué quieren ir a Europa, que no es mucho mejor que África, que lo más probable es que acaben durmiendo en la calle y explotados en cualquier trabajo miserable. Da que pensar.

Como cada vez hay más perros que hijos, los pillaron cuando estaban ultimando los detalles de la estafa "he encontrado a tu perro".

¿Y qué pasa con Pablo González? ¿Nadie en el Ministerio se acuerda de él?

Muy típico de nuestros días, te llaman de otro país más desarrollado para trabajar y te lo pintan muy bonito, con playa, sol, montaña, ocio y mucho nivel de vida; eso sí el salario es mierda que ni aceptarían los locales. Cuando llegas te das cuenta del engaño, pero ya es tarde.

Pasa mucho en Europa, subcontratas de mala muerte que llaman a españoles cualificados para trabajar en multis, ofreciendo salarios que parecen muy boyantes para un español, pero que en destino son normalitos tirando a cutres.

Y se reían de mí cuando les decía que seguía con mi Windows 7 y mi laptop de hace 15 años.

¿Problema? Será un problema para los que viven de vender la IA, al resto de la Humanidad le importa entre uno y dos cominos.

Conclusión: El 5% restante no tiene internet en casa.

Que cansinos con el temita, que paguen más o que monten un puesto de pipas. ¿O esperan que los demás vayamos a hacer horas extras gratis para salvar sus negocios, por amor al arte?

Que comemos demasiado está más claro que el agua, pruebas a comer frugal durante una semana y te sientes otro.

Que no saben captar el interés de los nuevos públicos, dice, y son dueños de medio Hollywood y medio Silicon Valley. El que ha escrito eso debe pensarse que Disney sigue siendo esa compañía tan potita de dibujos animados.

¿Pero este típo ha hecho algo más en su vida que vivir de la política? Madre de Dios, cuanto vividor del cuento. Y ojo, que lo pagas tú.

Pues claro, Nazareth, hoy en día el agresor es el agredido y al revés, la típica estrategia más vieja que el botijo. Y por supuesto que no van a responder ninguna queja, mientras no vean peligrar sus privilegios, comisiones y mamandurrias varias, como si te mueres de cáncer y no tienes ni donde caerte muerta. Vivimos en un mundo donde cada día hay menos profesionalidad y amor por el trabajo bien hecho, será por eso que dicen que los tiempos fáciles crean personas flojas.

Sí, se puede ser feliz. Yo vi la final desde otro país, con otro grupo heterogéneo de españoles, de izquierdas, de derechas, y también extremo-centros, todos celebramos los goles sin importarnos lo que pensara el otro, y acabamos abriendo champán.

Creo que a ciertos personajillos les interesa dar una imagen de los izquierdistas como personas austeras, pobretonas y carentes de emociones, pero nada más lejos de la realidad. A mí me encanta celebrar un triunfo deportivo, al igual que me encanta estar un domingo de barbacoa o irme de vacaciones, como a cualquier hijo de vecino.

Esperemos que no lo usen de excusa para alargar la jornada laboral.

Tampoco os flipéis, que el tipo de vuestra sucursal de barrio que os quiere colocar depósitos bancarios, no va menos enfarlopao que estos.

Próximamente en su barrio turístico. Turistas sí, pero en bici, ay que me lol.

El que es vago, seguirá vago con IA o sin ella.

El que sepa lo que hace, probablemente será más productivo y podrá pedir más pasta.