Esto es una putísima vergüenza. Ante estas mierdas o se actúa de forma violenta si es necesario, o se corre el riesgo de que si se normaliza, con el tiempo podamos acabar como Italia, donde más de la mitad de las playas son privadas y no puedes acceder a ella a menos que alquiles una tumbona y una sombrilla al módico precio de 150 euros el día.