La prohibición de vuelos supersónicos fue la medida que hizo EEUU para evitar que Boeing perdiera mercado al no lograr competir con el Concorde. El modelo supersónico de Boeing no pasó de ser una maqueta grande. Así que el gobierno de entonces manipuló el mercado para perjudicar al avión franco-inglés impidiéndole cubrir rutas entre Europa y la costa oeste a velocidad supersónica.