#2 Aunque no te echen el humo en la cara es una pasada lo que apesta un fumador. Recientemente estuve en un concierto al aire libre y cuando se ponía a fumar uno cerca venía un olor a humo de tabaco que era mucho.
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Mola Madrid.
Una sanidad pública destrozada, una educación pública destinada a todo el alumnado que la concertada y la privada no admite, unos espacios verdes desapareciendo a un ritmo imparable, vivienda, delincuencia, y todo eso que ya se dijo cientos de veces.
Y aún así, una mayoría de habitantes con derecho a voto, madrileños de nacimiento y migrantes, tanto españoles como de fuera, apoyando esa política.
Muchas manis masivas en contra de esas políticas, pero a la hora de votar vuelven a arrasar.
Y lo digo con conocimiento de causa. Ahora que no estoy allí me doy cuenta de la diferencia entre comunidades.
Quizás en donde vivo no haya tanta riqueza, pero sí calidad de vida y sentimiento de pertenencia. La comunidad de Madrid es absolutamente impersonal y, por lo tanto, un sitio óptimo para este experimento ultraliberal, con una diferencia con el resto de experimentos. Cuando algo sale mal se pide más dinero al estado central y todo arreglado.