el problema no es Merkel, que también. El problema es que no tenemos políticos a la altura, no tenemos movimientos sociales a la altura y no tenemos nada a la altura.
Nos hemos convertido en el paradigma de la mediocridad sin ideas ni cojones para hacer lo que hay hacer, entre otras cosas, aparte de la falta de valentía, principios y decencia necesarias, porque no tenemos políticos con los conocimientos e inteligencia para hacer frente a la situación. Ni políticos ni ciudadanía.
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Lo de cuéntame ya debió parar hace tiempo. Ya me veía a Toni en un delorian.