Pues gracias al pescado congelado mucha gente puede comer pescado.
Gracias a las cadenas de distribución podemos tener una dieta variada y, sobretodo, barata.
Obviamente no tiene sentido ecológico traer kiwis de nueva Zelanda, una cosa no quita la otra.
Mucho gastar y poco recaudar.
Ya me dirás cómo financiar todo eso con un mísero impuesto al beneficio.
Al final todo acaba con impuestos a los que tienen 4 duros en bolsa, un segundo piso, un coche o una herencia.
Es decir, quitar la clase media y todos clase baja o clase alta.