Ser ateo es cuestionarse el adoctrinamiento recibido y dar un "salto de fé" para asumir que no hay ser superior, ni vida tras la muerte, ni alma, pero que aún así vale la pena vivir. ganas una enorme libertad porque ya no eres una criatura ni tus instintos son pecados. El Mal absoluto no existe, ni las maldiciones, ni el destino, ni la suerte. Y aunque somos frágiles y efímeros "como pompas de jabón" también somos hermosos porque los días son escasos y la vida vale la pena vivirla en paz, respirarla en calma, y aprender a aceptar que de nosotros depende mejorar las cosas. Además, si matas a alguien no lo envías a un mundo mejor, sino que es algo irreparable y ya nunca podrás pedirle perdón. Desde mi punto de vista un ateo es mucho más íntegro que un predicador. El salto de fé del ateo, que sólo puede ampararse en la limitada ciencia humana, es al vacío, y mucho más valiente que el del creyente que se deja seducir por promesas imaginarias y amenazas fantasmagóricas.
Portada
mis comunidades
otras secciones
Os recomiendo leer el libro de Tim Ferris "La Semana Laboral De 4 Horas". Desde que lo hice mi vida cambió.