#1 No, pero es mucho más barato de producir, es evidente que usará una gran parte de componentes de uso civil. Si puedes fabricar 30-50 vehículos así por el precio de un sólo torpedo (pese a la pérdida de prestaciones) es fácil que te interese en una guerra de saturación. Ucrania está marcando del camino.
#3 muy claro tu discurso. ¿podrías hacer el ejercicio de aplicarlo a Bielorrusia? Ucrania sufrió una invasión terrestre desde Bielorrusia, e infinidad de ataques aéreos desde ese mismo país...
#6 No, lo peligroso sigue siendo que un líder totalitario esté al mando de un estado nuclear, en el que la oposición está en la cárcel o bajo tierra, no hay separación de poderes y no existe prensa independiente. Y luego, a mucha, pero mucha distancia, está tu argumento.
#7 ok, entonces como un diputado del partido en el poder dice eso, ¿deberíamos paralizar cualquier paso para integrar a Ucrania en las instituciones europeas? Es lo que se sobreentiende de todos los comentarios irónicos sobre esta noticia.
Es asombroso las cabriolas que hacen algunos para criticar a Ucrania. Es como si a España nos juzgasen colectivamente por las estupideces de Hermann Tertsch, o de Rafael Hernando.
#5 Resumiendo: que China siga igual, la culpa siempre será nuestra. Yo también tengo mala conciencia colonial, pero las cabriolas de algunos para acusar de todos los males a Occidente es para hacéroslo ver.
Es curioso que medio en broma medio en serio, bastantes meneantes prefieran vivir bajo la ocupación rusa, a ni siquiera intentar defenderse. La historia se repite...
Lamentablemente sigue siendo válida la máxima «si vis pacem, para bellum». Y Rusia ya está entrando en una economía de guerra, ahora sólo falta por saber si vamos a prepararnos para lo peor, o preferimos seguir la táctica del avestruz, esperando que los problemas se resuelvan solos (o mejor aún, que los resuelvan otros)
Por ahora ni cristo en el Obradoiro. Y quizás no sea extraño, por mucho periodo preelectoral que tengamos, esto no es un Prestige v2 ni por asomo. Estos años me coincidió ir a varias playas de la zona con colegios, y alguna de las actividades fue recoger plásticos que dejaba la marea. En trozos de 200 metros de playa un día normal recogíamos un par de sacos grandes sólo de plástico. Y lo peor es que si volvíamos en un par de días con otro cole, la playa volvía a tener plástico. Gastemos las energías en exigir más responsabilidad a Maersk y compañía.
#1 me tranquiliza saberlo, quizás podrías decirle entonces a los comentaristas políticos de la tv rusa, controlada al 100% por Putin, que dejen de decir que esta guerra acaba en Lisboa, con infografías detalladas. Tú y yo sabemos que lo dicen de broma, pero habrá gente no tan preparada que lo interprete literalmente.
La oferta gastronómica de Santiago es impresionante, y con ejemplos muy recomendables. Modernos sin olvidarse de sus orígenes como A Horta do Obradoiro, Abastos 2.0, Dezaseis, A Moa, Casa da Viña, Curro da Parra, u otros más clásicos como María Castaña, San Clemente... El artículo es un poco sensacionalista.