Portada
mis comunidades
otras secciones
Cinco Días ha realizado un estudio sobre la facturación de las grandes empresas tecnológicas en España durante 2018 para valorar cuáles fueron sus ingresos declarados, así como los impuestos que pagaron. Así, ha quedado demostrado que el año pasado fue bueno para las 10 compañías que se han analizado, ya que hubo un aumento del 37,3% en ingresos declarados respecto al año anterior: de 1.007 pasaron a 1.382 millones de euros.
El argumento del artículo es el mismo que yo use en 2008 para evitar la quiebra de una promotora participada por la CAMM, Banesto y Bancaja. La aplicación del principio de empresa en funcionamiento y la normativa sectorial nos aconsejaba ser prudentes, ¿Y sí las casas subían de valor de nuevo? Aquel argumento se convirtió en consulta ante el ICAC y finalmente en resolución que fue aplicada en 2008, 2009 y 2010 por todas las Cajas de Ahorros.
Esa fue la primera patada hacia adelante.
Durante esos años se llevó a cabo la venta masiva de participaciones preferentes, que era el único activo que podían vender las Cajas para cumplir con los requisitos de capital impuestos por Basilea II. Le debemos a J. Caruana, un español que en aquel entonces era gobernador del banco de España y presidente del comité de Basilea, esa conveniente equiparación de las preferentes al capital social.
Eso solo consiguió aligerar las responsabilidades de garantía sobre los depósitos bancarios ya que no eran más que apuntes contables. En las Cajas no entraba un duro excepto los créditos ICO y los prestamos del Banco de España, con los que pagan las nóminas, los intereses de las preferentes (había que disimular para seguir colocando) y refinanciaban sus créditos morosos a promotores que jamás devolverían el dinero al gobierno.
La mochila se había aligerado, pero eso, no solo no era suficiente sino muy costoso (los intereses que pagaban eran mucho mayores que los dividendos) Tocaba fusión y reconversión en un Banco que pudiera emitir capital y tener accionistas, pero los inversores institucionales andaban muy cabreados por el dinero que habían perdido comprando paquetes de títulos hipotecarios a Lehman Brothers y otros. Sí a ellos también los habían estafado. Las hipotecas entre 2004 y 2007 garantizaban un valor superior al del precio real de compra de la vivienda, los bancos concedían préstamos al consumo, encubiertos, contabilizándolo y vendiéndolos como prestamos con garantía hipotecaria. El vendedor que los había engañado también era un español, L. Guindos.
Esa fue la segunda patada hacía delante.
El resto de la historia ya la conocéis. El sistema financiero internacional, como todas las empresas, premia a los empleados leales. A J. Caruana le dieron la gerencia del BPI ahora es consejero del BBVA, L. Guindos es vicepresidente del Banco central europeo, y yo he escrito un libro que no veréis publicado en España, “Espagistan, la estafa de las/los preferentes” Estas son las últimas páginas:
A principios del año 2017 una nueva noticia ocupó todas las portadas, el ex gobernador del banco de Espagistan había sido llamado a declarar, en calidad de imputado, en la macro causa contra la entidad financiera Bankjetas, que se había constituido aglutinando un montón de Cajas de Ahorros en quiebra. Quince días antes María había ampliado su denuncia ante el juez de la Audiencia Nacional que investigaba el caso.
Por aquel entonces María llevaba tres años sin trabajar dedicada en exclusiva a investigar y dar luz a unos hechos en los que ella misma había participado. Parecía que todo había terminado y que por fin los culpables enfrentarían la justicia cuando María recibió cuatro llamadas telefónicas. Primero llamó la Comisión Nacional del mercado de valores de Espagistan, después llamó una mujer, con la dulce voz de una serpiente, identificándose como la responsable del departamento de calidad del Banco de Espagistan. La tercera llamada fue de la secretaría del juez que investigaba el caso, quien, con muchas reticencias y obligado por sus superiores, terminó imputando al ex gobernador. Pero fue la cuarta llamada la que cambió el rumbo de la vida de María para siempre.
― Te llaman del despacho de “el mafias” ―dijo su marido quien contestó al teléfono.
“El mafias” era el apodo cariñoso con el que María y su marido llamaban al abogado fundador de uno de los más prestigiosos despachos de abogados penalistas de la ciudad. El apodo se lo había ganado tras la primera visita que hicieron a su despacho algunos años antes. Hablaban sobre un delicado asunto cuando “el mafias” los interrumpió:
―Cierra la ventana―advirtió a una de las abogadas jóvenes que lo acompañaban exhalando una bocanada del puro habano que tenía por costumbre fumar mientras recibía a los clientes.
Ante la mirada de extrañeza de María y de todos los presentes “el mafias” aclaró:
― Tenemos inhibidores de frecuencia en la oficina, pero por el patio se escucha todo como un eco.
― Joder―exclamó su marido. ―Pero tú a quien representas ¿a la mafia?
Aun cuando debía existir “la mafia” en Espagistan, como en todos los países, sus miembros no eran portada de la revista Fortune o al menos no lo eran presumiendo de ser la mafia. En realidad, “el mafias”, solo defendía a algunos empresarios, como E. Magdalenas y a políticos investigados por corrupción. Un negocio lucrativo que había crecido, exponencialmente, debido al incremento de la demanda de abogados penalistas entre las elites financiero políticas de Espagistan.
―Soy María―dijo ella sentándose despacio. Su voz ya no tenía el mismo tono con el que había luchado por salvar a los empleados de una quiebra fraudulenta.
Su marido la observaba expectante. Las llamadas anteriores no le habían sorprendido tanto como esa. María escuchaba con el rictus serio sin pronunciar una palabra.
― Muchas gracias por tu llamada―dijo al fin―y estoy totalmente de acuerdo con tus palabras. Será mejor, para mi salud, largarme de Espagistan.
Cuando colgó el teléfono apretó dos botones. El primero para cortar la llamada y el segundo para detener la grabación del contenido de la conversación. María había aprendido mucho de maestros como “el Mafias”.
Su marido la miro y no le hizo ninguna pregunta. No hacía falta. El abogado que defendía al ex gobernador del banco de Espagistan era uno de los cachorros independizados de “el mafias”