Las pensiones deberían ser iguales para todos, independientemente de lo cotizado. Solo deberían variar en función de las necesidades del pensionista: personas a su cargo, coste de la vida, necesidades especiales, etc. De la misma manera que la sanidad, la policía o los bomberos son iguales para todos, la pensión también debería serlo. Y si alguien quiere mejorársela, que se haga un plan privado.