El conflicto se originó en la comuna rural de Les Billanges en Francia. Según ha explicado el propio conductor, “En invierno, está oscuro por la mañana y por la tarde, no hay aceras ni iluminación”, ha declarado Tabard, justificando su decisión de priorizar la seguridad de los menores. De hecho, la empresa decidió despedirle cuando se enteró de que el conductor dejó a una niña en la puerta de su casa, cuando en realidad la parada estaba a 650 metros de distancia.
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