A pesar de la escasez de agua y de las intenciones manifestadas por las autoridades de implementar medidas para una isla sostenible, la deficiente infraestructura, la falta de medidas punitivas suficientes sobre el derroche en los jardines y piscinas de las grandes villas y las leyes de amnistía urbanística y la posibilidad de construir edificios en rústico auguran un futuro muy incierto para Eivissa.
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etiquetas: ibiuza , turismo , crecimiento sostenible , agua
Un buen ejemplo, anticipo de lo que irá pasando en el resto del país. El agua, el clima, la naturaleza...
Todo y todos a la mierda por el egoísmo y avaricia de unos pocos.