Cuando Israel y Hamás acordaron un cese el fuego en Gaza hace un mes, Mona al-Harazeen no pudo contener las lágrimas. En lo único que podía pensar era en su hijo Yazan, quien -según cuenta- murió en un ataque aéreo en el primer mes de la guerra, a la edad de 17 años. En conversación telefónica con la BBC, recuerda que la primera cosa que hizo fue regresar al norte de la Franja de Gaza, donde ha pasado la mayor parte de su vida. Había huido de los ataques aéreos y de los bombardeos allí una semanas antes de que el cese el fuego entrara en efecto
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