Vas buscando aparcamiento con tu coche mientras escuchas música, encuentras un sitio y automáticamente haces dos cosas: pones el intermitente para indicar que ese hueco es tuyo y bajas el volumen de la música antes de comenzar a hacer maniobras. Técnicamente, esto último es completamente innecesario porque no hace falta bajar la música para aparcar, pero hay quien sí necesita hacerlo, y tiene una explicación científica.
|
etiquetas: volumen , música , aparcar , concentración