Además de estar cerrada en esta ocasión, los carteles que presiden la entrada de la piscina natural indican con claridad ese riesgo, en español, inglés y alemán (“Información importante para su seguridad: zona peligrosa en situación de fuerte oleaje”) junto a tres fotos que ilustran como una ola puede arrasar con toda la piscina.
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He leído la noticia y parece que no eran ingleses, aunque tampoco están detalladas todas las nacionalidades.
En el artículo pone que hay varias nacionalidades, incluso españoles, pero todos turistas, y que los locales no se habían acercado porque saben lo que hay.
Al final hay una parte importante de mala suerte en la vida. Y puede que la vida se mida más por las imprudencias que por las prudencias.
Yo ya no juzgo mientras no afecte a terceros. Me parece peor ir a 170 por una autovía compartida con otras personas, por ejemplo.
Hay una diferencia entre no medir bien el peligro y no hacer ni puto caso del peligro.
"Entre los fallecidos hay dos personas de nacionalidad rumana y una eslovaca"
¡Acabáramos!
Hay que añadir el rumano, el eslovaco y el esperanto a los carteles.