El pasado noviembre tuvo un accidente laboral. La sanidad privada detectó una hernia discal "en estado grave", pero en febrero le dio el alta sin tratamiento quirúrgico. Tras otra caída un mes después la hernia se agravó, pero la aseguradora se negó a repetir las pruebas y le derivó a la sanidad pública, donde se confirmó que era necesaria una intervención quirúrgica urgente y "preferente". Pero a día de hoy el afectado todavía está en lista de espera, sumido en un día a día de dolor insoportable.