Durante 40 años Irán ha realizado más cirugías de cambio de género que muchas otras naciones, en gran parte por presionar a sus ciudadanos homosexuales y de sexo no conforme a operarse o arriesgarse a la pena de muerte. Ahora, con una economía paralizada por las sanciones, la república islámica está promocionando su experiencia a ciudadanos de todo el mundo con la esperanza de atraer a extranjeros transgénero. Ofrece packs de cirugías económicas con estancias en hoteles de lujo y tours turísticos con el que espera generar 7.000 millones anuales