Casi todos los días me conecto durante algunos minutos a la Sexta a través de internet. El objeto es conocer cuáles son los temas, supuestamente relevantes, de actualidad para la falsa cadena progresista y olfatear, en primera persona, el nivel de inmundicia que en ese momento transitan por las procelosas aguas grises de las cloacas. Lo confieso, es un insano ejercicio de morbo salpimentado con ciertas ciertas dosis de masoquismo. Es el típico conflicto en el que la curiosidad puede más que los perniciosos efectos que me provocan en el estado de ánimo la impostura y la falsa veracidad. Esa que viene muy bien camuflada con la sutil descontextualización de los hechos.
Me autoengaño pensando que es una especie de estudio antropológico, social, étnico o psicológico pero, en realidad, no dejan de ser esas manos que te entrecruzas sobre la cara durante el visionado de algunas escenas especialmente morbosas de una película de terror.
Desde que Feijóo, sin pestañear lo más mínimo, sepultó con un tsunami de mentiras a Sánchez dejándolo noqueado, Ferreras lo ha tenido clarísimo. Es el momento de activar las cloacas mediáticas en modo incógnito pero a plena máquina. El hiperactivo presentador y sus jefes han considerado que es la hora de la verdad. Del todo o nada. La hora de los negocios. La que justifica el obsceno sueldo del: “es muy burdo, pero vamos con ello”. Estos “señores” han intuido que es la verdadera oportunidad para desactivar esos preciados votos que podrían ser decisivos para que el primer gobierno verdaderamente involucionista de nuestra democracia se atrinchere en la Moncloa y empiece a hacerle competencia a Polonia y Hungría. Ya veremos si ese era el objetivo o pasar directamente al modelo italiano. Luego, tratarán de hacer un hackeo de la democracia desde dentro, en modo tácticas de bloqueo del CGPJ, y a ver quién los echa.
El martilleo inmisericorde con la idea de la imposibilidad de remontada por parte del bloque progresista, ha sido una constante desde el martes en las tertulias del programa con cargante musiquilla épica de fondo como signo de identidad. El fuego graneado psicológico ha llegado a cotas sublimes y se ha dirigido especialmente sobre esos pardillos que aún creen en unicornios rosas voladores y programas de información progresistas. En otras palabras, el submarino de la derecha, que es su programa, antes sólo mostraba el periscopio, ahora muestras sin mesura gran parte del casco y resulta que este no es rojo sino azul y con una serigrafía de charranes pareados.
A ese señor con esa intimidante silueta que recuerda a los grandes primates, lo he visto hasta perder la compostura y cabrearse, aunque no sé si de manera impostada o cierta, cuando alguien ha tratado de desmontar la tupida tela de araña del: “va a gobernar la derecha y Feijóo ya es presidente de facto”. La última cara desencajada, y esta sí me la creo, fue con Zapatero que al ser perro viejo lo dejó por los suelos el pasado viernes 14 de julio. Haciendo, no de exPresidente del país, sino de verdadero periodista de la contextualización. Fue sencillamente vergonzoso.
¿Cuáles son los intereses de una supuesta cadena progresista en hacerle una campaña a un narcocandidato? Pero vamos a ver, ¿es que acaso suspendiste 1º de Gestión de Ingenuidad? Hay que seguir el rastro de la pasta, nene. Si cae el actual gobierno, para Ferreras será un win, win. Al menos eso es lo que afirma el manual de 1º de Especulación.
Ferri, para los coleguis, intuye que, si se renovara el actual gobierno de progreso, los que han condicionado a que el PSOE para que se comporte "casi" como un partido de izquierdas, habrán aprendido la lección. ¿Cómo se traduce esta experiencia en la práctica? En algo tan evidente como que habría que hacer algo, legislativamente hablando claro, para tratar de reequilibrar la descomunal desproporción de medios conservadores, y eso es lo último que quieren oír los jefes directos de Antoñito, los dueños de la cadena, así como los indirectos, sus compinches de cenas y comidas de saurios periodísticos y oligarcas del Ibex, como Don Florentino Pérez, alias el padrino del rosario.
Además, una vez renovado el gobierno involucionista, será la mejor oportunidad para volverse a calzar una nueva chaqueta de la falsa progresía, a estrenar, para captar nuevos oyentes con reiterados suspensos en la aludida asignatura de 1º de Gestión de Ingenuidad y así tratar de ganar audiencia.
El muy hijo de Villarejo, templando de nuevo la voz, y mirando directamente a cámara con rictus compungido y cariacontecido se hará preguntas como si fueran la verbalización de sus propios pensamientos: "Pero vamos a ver, ¿qué ha podido pasar para que haya ocurrido este vuelco electoral? ¿Cómo es posible que un gobierno con una gestión económica mejor que la media europea, y además en momentos de gran adversidad, haya podido perder las elecciones? ¿Pero si es la economía lo que hace que un gobierno renueve o caiga? ¿Cómo es posible?" insistirá.
¿Y tú me lo preguntas, hijo de la gran meretriz babilónica?
No es una cuestión personal, es una cuestión de intereses mundanos. Afirmará con esa sonrisilla de catador de fluidos corporales en su círculo de delincuentes. Pero en el fondo será mentira. Lo ocurrido el año pasado con el ya aludido "es muy burdo pero vamos con ello" lo marcó. Un mes estuvo sin salir por la pantalla esperando que la memoria de pez de los televidentes hiciera su trabajo, pero la tiene clavada hasta adentro.
En cualquier caso, para los que le templan y agitan la correa de mascota a demanda del momento, es una simple cuestión dineraria. La de las inmensas cantidades de pasta que van a seguir llegando de Europa y que hasta ahora NO han sido gestionadas por las “manos adecuadas”. ¿Capichi?