D. Considerando que las recientes declaraciones de miembros del Gobierno de los Estados Unidos, acompañadas de la fuerte presión ejercida sobre Ucrania por los dirigentes estadounidenses, reflejan un cambio en la política exterior estadounidense, ya que el Gobierno de Trump propone la normalización de los vínculos con Rusia y está cada vez más claro que Europa necesita reforzar su seguridad y defensa para poder ayudar a Ucrania a defenderse;
F. Considerando que, movida por la ambición de convertirse en una superpotencia mundial, China está erosionando el orden internacional basado en normas mediante la aplicación de una política exterior y unas políticas económicas y de competencia cada vez más estrictas y hostiles, y la exportación de productos de doble uso desplegados por Rusia en el campo de batalla contra Ucrania, lo que pone en riesgo la seguridad y los intereses europeos; que China también está invirtiendo enormemente en sus fuerzas armadas, utilizando su poder económico para acallar las críticas en todo el mundo, y está haciendo todo lo posible por afirmarse como potencia dominante en la región indopacífica; que China, al intensificar sus acciones de confrontación, agresivas e intimidatorias contra algunos de sus vecinos, en particular en el estrecho de Taiwán y el mar de China Meridional, plantea un riesgo para la seguridad regional y mundial, así como para los intereses económicos de la Unión;
G. Considerando que los efectos de las guerras, el terrorismo, la inestabilidad, la inseguridad, la pobreza y el cambio climático en la región del Sahel, el nordeste de África y Libia plantean graves riesgos para la seguridad de la Unión; que la inestabilidad y la inseguridad en la vecindad meridional y la región del Sahel están estrechamente interrelacionadas y siguen representando un reto constante para la gestión de las fronteras exteriores de la Unión;
H. Considerando que la seguridad europea está vinculada a la estabilidad del continente africano, y que la creciente presencia de agentes no europeos demuestra la falta de una seguridad y un compromiso diplomático suficientes en la región para contrarrestar eficazmente esos obstáculos y proteger los intereses estratégicos de la Unión;
L. Considerando que redunda en interés de la Unión ver a Ucrania como parte integrante de un auténtico sistema de seguridad europeo;
M. Considerando que el mar Negro ha pasado de ser secundario a un escenario militar primario para la Unión y la OTAN, y que, junto con el mar Báltico, se ha convertido en una región estratégica fundamental para la seguridad europea a la hora de contrarrestar la amenaza rusa;
N. Considerando que la región ártica es cada vez más importante en términos de desarrollo económico y transporte, y que, a un tiempo, se enfrenta a obstáculos relacionados con el cambio climático y la militarización, así como con los derivados del aumento de la competencia geopolítica y la migración;
Q. Considerando que el Informe Draghi 2024 sobre el futuro de la competitividad europea(3) puso de relieve una necesidad de financiación de 500 000 millones EUR en defensa europea para la próxima década y subraya una combinación de deficiencias estructurales que afectan a la competitividad de la base industrial y tecnológica de la defensa europea (BITDE), y señala la fragmentación, la insuficiente inversión pública en defensa y el acceso limitado a la financiación como obstáculos para una BITDE capaz;
T. Considerando que la capacidad de la Unión para adoptar medidas decisivas en respuesta a las amenazas externas se ha visto obstaculizada en repetidas ocasiones por el requisito de unanimidad, y que algunos Estados miembros y países candidatos bloquean o retrasan la ayuda militar crítica a Ucrania y, por tanto, socavan la seguridad europea;
Un momento histórico para la defensa europea: «convertirse en un auténtico proveedor de seguridad»
1. Considera que la Unión debe actuar urgentemente para garantizar su propia seguridad autónoma, reforzar sus asociaciones con socios afines y reducir significativamente su dependencia de terceros países; subraya, por tanto, que la Unión se enfrenta ahora a un punto de inflexión en su historia y su construcción; insiste en que el mantenimiento del statu quo ya no es una opción, ya que conduciría al fin de una Europa segura y protegida; estima que la Unión y sus Estados miembros deben elegir entre aunar fuerzas y trabajar al unísono para superar las amenazas y los ataques contra la seguridad de la Unión, o mantenerse solos a merced de adversarios agresivos y socios impredecibles;
2. Recuerda que la Unión es un proyecto de paz y debe esforzarse por lograr la paz y la estabilidad y condenar, a un tiempo, las agresiones; subraya que, para lograr la paz y la estabilidad, debemos apoyar a Ucrania y ser nosotros mismos más resilientes;
3. Destaca que Europa sigue apoyando firmemente a Ucrania, pues lucha con valentía por nuestros valores europeos, y recuerda su convicción de que es en los campos de batalla ucranianos donde se decidirá el futuro de Europa; cree firmemente que Europa se enfrenta actualmente a la amenaza militar más profunda para su integridad territorial desde el fin de la Segunda Guerra Mundial;
5. Considera que Rusia, con el apoyo de sus aliados, entre otros, Bielorrusia, China, Corea del Norte e Irán, es la amenaza directa e indirecta más importante para la Unión y su seguridad, así como la de los países candidatos a la adhesión a la Unión y sus socios; reitera con la mayor firmeza posible su condena a la guerra de agresión no provocada, ilegal e injustificada de Rusia contra Ucrania; observa, no obstante, la necesidad de tener plenamente en cuenta la inestabilidad en nuestra vecindad meridional, el ascenso del poder militar chino y el aumento de la agresividad de algunas potencias medianas, que parecen dispuestas a poner en peligro la cooperación transatlántica en materia de seguridad común y a llegar a un acuerdo con el agresor ruso a expensas de la seguridad ucraniana y la europea, que son una y la misma cosa; señala que las recientes acciones y declaraciones del Gobierno de los Estados Unidos han seguido aumentando la preocupación en torno a la futura posición de este país con respecto a Rusia, la OTAN y la seguridad de Europa; lamenta, a este respecto, las votaciones del Gobierno de los Estados Unidos, alineadas con las del Gobierno de Rusia, en la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre las resoluciones relativas al tercer aniversario de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania; condena enérgicamente las amenazas de los Estados Unidos contra Groenlandia;
6. Insiste en que Europa debe asumir mayores responsabilidades en el seno de la OTAN, especialmente en lo que respecta a garantizar la seguridad en el continente europeo;
8. Reitera su llamamiento a Turquía, un Estado miembro de la OTAN y país candidato a la adhesión a la UE, para que respete el Derecho internacional, reconozca a la República de Chipre y ponga fin inmediatamente a la ocupación y retire sus tropas de la isla;
11. Lamenta las reticencias del Consejo y de los Estados miembros de la Unión a la hora de abordar los profundos retos estructurales del panorama industrial europeo de la defensa y la falta de ambición en lo que respecta a una cooperación a escala de la Unión de las fuerzas armadas de los Estados miembros; pide a los Estados miembros que aúnen fuerzas y apoyen un paso importante para establecer un marco verdaderamente ambicioso y global en materia de defensa;
A corto plazo: defensa de Ucrania frente a una amenaza existencial para la seguridad de Europa
18. Insta a la Unión y a sus Estados miembros a apoyar firmemente a Ucrania; recuerda su convicción de que en los campos de batalla ucranianos se decidirá el futuro de Europa y se cambiará de forma decisiva la trayectoria de la guerra de Rusia contra Ucrania; subraya que ahora este cambio depende casi por completo de Europa; insta, por tanto, a los Estados miembros a que suministren más armas y municiones a Ucrania antes de que finalicen las negociaciones; advierte de que, si la Unión fracasara en su apoyo y Ucrania se viese obligada a rendirse, Rusia se dirigiría entonces contra otros países, incluidos posiblemente los Estados miembros de la Unión; pide a los Estados miembros de la Unión, a los socios internacionales y a los aliados de la OTAN que levanten todas las restricciones al uso de los sistemas armamentísticos occidentales suministrados a Ucrania contra objetivos militares en territorio ruso; pide a la Unión y a sus Estados miembros que trabajen activamente para mantener y lograr el apoyo internacional más amplio posible a Ucrania, y encontrar una solución pacífica a la guerra, que debe basarse en el pleno respeto de la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, los principios del Derecho internacional, la rendición de cuentas por los crímenes de guerra y el crimen de agresión, y los pagos rusos por los daños masivos causados en Ucrania; insta a la Unión y a sus Estados miembros a que participen en el establecimiento de garantías de seguridad sólidas para Ucrania en el futuro;
22. Pide apoyo financiero urgente para garantizar el suministro oportuno de productos de defensa a través de la adquisición conjunta, la coordinación industrial, el almacenamiento, el acceso a financiación para los fabricantes y la expansión y modernización de las capacidades de producción;
24. Pide un aumento significativo de la financiación del apoyo militar a Ucrania; pide, en este sentido, que se adopte rápidamente el próximo paquete de ayuda militar, que debería ser el mayor hasta la fecha y reflejar el nivel de ambición que exige esta coyuntura; pide a los Estados miembros de la Unión que comprometan como mínimo el 0,25 % de su PIB a la ayuda militar a Ucrania; condena el veto impuesto por un Estado miembro al funcionamiento del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz; pide a los Estados miembros de la Unión que, junto con sus socios del G7, incauten inmediatamente todos los activos rusos inmovilizados como base para una subvención y un préstamo sustanciales para Ucrania, como forma jurídicamente sólida y financieramente significativa de mantener y aumentar nuestro apoyo a las necesidades militares de Ucrania;
42. Reitera la importancia de la cooperación entre la Unión y la OTAN, ya que esta última sigue siendo, para los Estados que forman parte de ella, un pilar importante de su defensa colectiva; insiste en que la cooperación entre la Unión y la OTAN debe continuar, en particular en ámbitos como el intercambio de información, la planificación, la movilidad militar y el intercambio de mejores prácticas, así como para reforzar la disuasión, la defensa colectiva y la interoperabilidad; pide, no obstante, que se desarrolle un pilar europeo de la OTAN plenamente capaz de actuar de manera autónoma cuando sea necesario; reitera su llamamiento para que se refuerce la cooperación —a través de acciones, no solo palabras— en materia de movilidad militar, intercambio de información, coordinación de la planificación, mejora de la cooperación en sus respectivas operaciones militares y mejora de la respuesta a la guerra híbrida destinada a desestabilizar todo el continente europeo;
76. Acoge con satisfacción el plan de cinco puntos «ReArmar Europa» propuesto por la presidenta de la Comisión el 4 de marzo de 2025;
77. Apoya firmemente la idea de que los Estados miembros de la Unión deben aumentar su financiación de la defensa y la seguridad a nuevos niveles; observa que algunos Estados miembros ya han aumentado su gasto en defensa hasta el 5 % del PIB;
80. Insta a los Estados miembros a que apoyen la creación de un banco de defensa, seguridad y resiliencia que sirva como entidad de crédito multilateral diseñada para conceder préstamos a bajo interés y a largo plazo que puedan apoyar prioridades clave en materia de seguridad nacional como el rearme, la modernización de la defensa, la labor de reconstrucción en Ucrania y la recompra de infraestructuras críticas actualmente propiedad de terceros países hostiles;
81. Pide que se estudie un sistema de bonos europeos de defensa para financiar de entrada las inversiones militares a gran escala; pide, del mismo modo, que se estudie el uso de los «coronabonos» no utilizados para los instrumentos de defensa, a fin de complementar el plan de la Comisión para «ReArmar Europa», ya que la Unión está experimentando actualmente una necesidad acuciante de impulsar la seguridad y la defensa para proteger a sus ciudadanos, restablecer la disuasión y apoyar a sus aliados, entre ellos, en primer lugar, a Ucrania;
82. Reitera, en consonancia con el plan de la Comisión «ReArmar Europa», su llamamiento al Banco Europeo de Inversiones (BEI) y a otras instituciones financieras internacionales y bancos privados de Europa para que inviertan más activamente en la industria europea de la defensa; pide, en particular, una revisión urgente de la política de préstamos del BEI y una flexibilidad inmediata para eliminar las restricciones actuales a la financiación de la defensa, y que se estudie la posibilidad de emitir deuda destinada específicamente a financiar proyectos de seguridad y defensa;
83. Pide al presidente del Consejo, António Costa, que convoque inmediatamente al Consejo Europeo, sobre la base de las conclusiones del Libro Blanco, de modo que los dirigentes de la Unión puedan consensuar decisiones inmediatas y de gran alcance para llevar a la práctica la Unión Europea de Defensa, tal como se establece en el artículo 42, apartado 2, del TUE, y desarrollar las medidas definidas en el Libro Blanco;
85. Subraya la necesidad de reforzar nuestras asociaciones con países afines, en particular los de Europa, como el Reino Unido y Noruega; pide un pacto de seguridad amplio entre la Unión y el Reino Unido que abarque también temas clave como la energía, la migración y los minerales fundamentales; señala el valor añadido de fomentar nuestras relaciones con socios mundiales como los Estados Unidos, Japón y Australia;
87. Considera que debe hacerse todo lo posible por mantener y, si es posible, fomentar la cooperación transatlántica en todos los ámbitos del sector militar y de la defensa, recordando al mismo tiempo la necesidad de impulsar la defensa europea y desarrollar una mayor soberanía;
[...]
El texto completo, con estas y otras muchas barbaridades fruto de la borrachera belicista que llevan nuestros líderes ahora mismo, se puede leer en el enlace oficial del Parlamento Europeo: Libro Blanco sobre el futuro de la defensa europea.
Hoy más que nunca:
NO a la guerra
NO a la OTAN
NO a la carrera armamentística
NO a la Unión Europea