NOTA: No pertenezco a ningún partido ni empresa interesada, soy un Zaragozano al que le enseñaron que antes de gastar hay que aprovechar lo que ya se tiene.
En 1972 mi padre conectaba sueños y esperanzas de los zaragozanos que volvían al hogar tras una dura jornada de trabajo, novios en secreto, amigos que arreglaban el mundo con unas cervezas ..., mi padre era tranviario.
En una incipiente Zaragoza, en la que eran muchos los venidos de los más recónditos lugares y del más lejano infinito. La gran mayoría vivía en los barrios, relativamente desconectados de otras zonas de la ciudad, porque el sudor de la frente no daba para más.
Pronto los tranvías dejaron paso a los trolebuses y los autobuses, muchos de ellos heredaron los recorridos del tranvía. Aparecieron nuevas construcciones que iban rellenando los huecos y ampliando la ciudad, diluyendo las fronteras de los barrios como el café en la leche.
El Seat 600 se adueñó de las calles, así como la proliferación de nuevas líneas de autobús urbano, en la que todos competían por cada centímetro del asfalto, como niños jugando al fútbol, sin estrategia alguna, dando patadas al balón, pretendiendo ser Kempes, Juanito, Santillana ...
Los jóvenes se perfumaban y acicalaban cada Sábado para acudir a las nuevas zonas de ocio, diferentes a los lugares dónde sus padres tuvieron su flechazo, pero siguiendo las huellas del viejo tranvía.
En los 80, todo estaba por cambiar, padres y madres cada uno por separado en dos casas diferentes, bien lejos el uno del otro. Jóvenes estudiando en la universidad, viviendo lejos de las miradas de sus padres, pluriempleados en diferentes sitios de la ciudad, para pagar el alquiler, las cervezas y las flores.
Todo estaba por cambiar, menos los ancestrales recorridos de los autobuses, trazados cuando nuestros abuelos llegaron perseguidos por el hambre.
A día de hoy, nuestras vidas se desarrollan simultáneamente en diferentes puntos de la ciudad, y mi vecino del 3ºC, voló desde del imperio Inca con el mundo en el bolsillo, recorre la ciudad siguiendo los pasos de Paco Martinez Soria, recién llegado de Tarazona, con la cesta de las gallinas en el brazo.
¿Porqué seguimos tropezando en las piedras de nuestros abuelos?
Siguiendo con la tradición familiar, conectar sueños y esperanzas. Entre 2015 y 2020 diseñé y simulé, un nuevo conjunto de trazados para los autobuses de Zaragoza, que es un 29% más rápido, más eficiente y que puede transportar hasta 2,5 veces más pasajeros, tantos como 20 líneas de tranvía, sin tener que pagar 200 millones de euros por cada una.
Aquí dejo algunas comparaciones respecto a la capacidad de transporte, entre los diferentes modelos creados, el actual en azul y tres propuestas que mantienen estrategia pero diferentes trazados y configuraciones de velocidad, frecuencia y capacidad de transporte.
Como el transporte público vertebra una ciudad, en este vídeo he querido resumir las características principales de las consecuencias de esta propuesta.
Si tienes tanta curiosidad como un gato con 6 vidas ...
Este año 2023 hay elecciones municipales y termina el contrato con la actual empresa concesionaria. Durante su duración, el nuevo contrato bloqueará la modificación de trazados.
He entregado toda esta documentación a todos los partidos políticos y ahora lo doy a conocer a la ciudadanía, a la que tan hábilmente se le distraen los euros.
De modo que impulsar el cambio, es ahora o nunca, si crees que mereces una ciudad mejor, te animo a compartir este artículo.