La ola de calor marina en las islas británicas dura más de 2 meses, es significativa por su intensidad y persistencia: temperatura superficial marina hasta 4 °C más alta al oeste de Irlanda y entre 1,5 y 2,5 °C en la costa del Reino Unido: las esperables a mediados de junio, según Met Office. Sistemas de alta presión prolongados trajeron una primavera seca y soleada, con vientos y olas débiles, creando condiciones ideales para el calentamiento. Las aguas ya estaban más cálidas de lo habitual tras el invierno, en 40 años subió 0,3 °C por década.