Durante las Guerras Cántabras, el Castro de la Loma, que para algunos investigadores pudo ser la capital de los Cántabros Camáricos, fue uno de los hitos de las acciones bélicas suscitadas en el conflicto. Aunque se han detenido los trabajos, el yacimiento ha quedado gravemente dañado por maquinaria pesada que estuvo trabajando para plantar árboles por orden de la junta vecinal.
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