Para sonreír usamos 17 músculos, pero para fruncir el ceño empleamos 43, por eso, quizá, la sonrisa nos parece algo más agradable a la vista y es nuestra carta de presentación en las interacciones sociales. Y en las fotografías. Sin embargo, no siempre hemos reído en las fotografías. De hecho, sonreír en las fotografías es una costumbre relativamente reciente.